Aldana Micaela González, la niña que el pasado 27 de mayo cayó de un toro mecánico durante un cumpleaños familiar, se encuentra completamente recuperada tras haber recibido la atención en el hospital de Niños donde ingresó con un cuadro de muerte súbita y debió ser inmediatamente asistida, quedando en un coma farmacológico en la terapia intensiva del nosocomio.
Afortunadamente y gracias a la atención dispensada por los especialistas de la provincia, se le hizo un pronto diagnóstico de cardiopatía congénita y se le colocó un cardiodesfibrilador. Hoy Aldana ya se encuentra completamente recuperada y feliz de poder regresar al colegio después de las vacaciones.
“Aldana ya estaba desvanecida cuando cayó al inflable del juego. Hubo que trasladarla de urgencia al hospital Florencio Díaz, donde fue compensada y luego derivada al hospital de Niños de la provincia», según relata su padre, Daniel González, quien agregó que la menor «hizo un paro respiratorio más al llegar al hospital y me dijeron que no me moviera, porque era muy grave”, continuó.
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Lo sucedido con Aldana es un síndrome genético que puede aparecer en cualquier momento de la vida. Según comentó Eva Bruno, encargada de Sección de Arritmias y Marcapasos del Hospital de Niños, no fue diagnosticada previamente porque a veces los electrocardiogramas no lo detectan y dan resultados normales.
La especialista explicó que en estos casos el tratamiento consiste en la colocación de un cardiodesfibrilador implantable: “Es un aparatito que está alerta y ante una arritmia maligna actúa en ese momento con un choque cardiovascular”, describió la médica.
La intervención de Aldana fue un trabajo en equipo y el implante fue realizado por Marcelo Martínez, jefe de Sección de Arritmias y Marcapasos del Hospital San Roque. “Contamos con una nueva máquina que nos ayuda al diagnóstico y tratamiento de las arritmias. Es una aparatología única en el sistema público y la tenemos en el hospital San Roque”, comentó el especialista, quien afirmó que el San Roque fue el primer hospital que implantó un cardiodesfibrilador en Latinoamérica.
Por estos días Aldana concurre a los chequeos del post operatorio y espera con ansiedad el alta completa para poder volver a bailar árabe, disciplina que practica desde hace varios años. “Me dio un poco de miedo pero ahora me siento más segura. Quiero agradecer a todas las personas que rezaron por mí y la atención de los médicos que fue muy buena”, expresó, emocionada. Por su parte, el papá transmitió su agradecimiento: “Desde el primer momento me quedé tranquilo por la atención y contención de los médicos, las enfermeras y de todo el equipo. Sólo tengo palabras de agradecimiento”, aseguró.
Así mismo, Daniel Mercado, director del Hospital San Roque, manifestó su satisfacción por el trabajo conjunto con Nestor Perotti, director del Hospital de Niños: “Encolumnamos a todas las instituciones para acercar la tecnología y los recursos humanos a quienes más lo necesitan. Es un orgullo para el sistema de salud haber salvado la vida de Aldana. Esto es gracias a los recursos humanos con los que contamos y a la respuesta conjunta del sistema de salud”, finalizó.