La importancia de una vida sana en la prevención del ACV

Un solo dato basta para ilustrar la importancia del ejercicio físico y de un estilo de vida más sano; en el mundo, el sedentarismo es el principal causante de las llamadas “enfermedades crónicas no transmisibles” (ECNTs). En Córdoba, según una estadística reciente, cerca del 50 por ciento de la población es sedentaria.

Entre los efectos de las ECNTs se cuentan los llamados accidentes cerebrovasculares (ACVs), que según la Organización Mundial de la Salud causan, junto a otras patologías cerebrovasculares, la muerte de aproximadamente 5,7 millones de personas por año. Sólo en nuestro país, expertos aseguran que hay cerca de 80 mil casos anuales.

El incremento de la expectativa de vida de la población, sumado a las conductas no saludables cada vez más frecuentes, conducen a un aumento en la frecuencia de su aparición. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, en Córdoba son cada vez mayores los niveles de inactividad física, de sobrepeso y obesidad.

¿Qué es un ACV?

Un accidente cerebrovascular es un evento de carácter agudo por el cual un obstáculo impide el flujo sanguíneo hacia el cerebro, desencadenando una catarata de fenómenos que puede sintetizarse así: las neuronas del área dependiente de ese vaso sufren y mueren por falta de oxígeno. En consecuencia, las funciones motoras y/o sensitivas vinculadas a dicha área se afectan y no pueden ejecutarse, llegando, como corolario, a la discapacidad o la muerte de la persona. Es importante destacar que el ACV representa un extremo de una enfermedad cuyo proceso generalmente viene desarrollándose desde hace tiempo.

Debe ponerse el acento en los llamados “factores de riesgo modificables” que dependen de los comportamientos de cada individuo. La alimentación no saludable, la inactividad física, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, contribuyen al desarrollo de los factores de riesgo más inmediatos, como la hipertensión arterial, el aumento de grasas en la sangre, la diabetes, la obesidad y el sobrepeso.

Consejos

Desde la dirección de Promoción y Protección de Enfermedades Crónicas no Transmisibles del ministerio de Salud de la Provincia se alienta a reducir la ingesta de grasas saturadas, disminuyendo a su vez al mínimo posible el consumo de grasas trans.

Del mismo modo, se recomienda disminuir en un tercio o en cifras inferiores a cinco gramos diarios el consumo de sal.

Asimismo, la incorporación a la dieta de 400 gramos diarios de frutas y verduras variadas, cereales integrales y legumbres constituye una medida saludable y efectiva. Otro factor de prevención está en la práctica moderada de al menos 30 minutos actividad física diaria, lo cual se logra por ejemplo caminando a paso rápido en los tiempos de ocio o en espacios entre las tareas cotidianas y el trabajo.

Sobrepeso, alcohol, tabaquismo

Desde luego, para prevenir el ACV debe acentuarse fuertemente el abandono total del tabaquismo, prestando apoyo a las personas que quieran dejar el hábito. En ese sentido, en el Viejo Hospital San Roque tiene lugar el Programa Provincial Permanente de Prevención y Control del Tabaquismo dependiente de la subsecretaría de Programas de la cartera sanitaria provincial.

Por otra parte, desde el programa de Promoción y Prevención de las ECNT se alienta a los individuos con sobrepeso u obesidad a que pierdan kilos combinando una dieta hipocalórica y un aumento de la actividad física.

Otro aspecto a tener en cuenta es la reducción en los niveles de ingesta de alcohol, fundamentalmente en personas que ingieran tres o más unidades diarias de este tipo de bebidas. Una unidad equivale a 250 mililitros de cerveza (5 por ciento); 100 mililitros de vino (10 por ciento de alcohol) o 25 mililitros de bebidas fuertes o licores (40 por ciento).

Más información puede recabarse en la dirección de Promoción y Protección de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, Rosario de Santa Fe 374, primer piso, Viejo Hospital San Roque.