La importancia de la vacunación al volver a la escuela

El momento del inicio de clases es una gran oportunidad para que los chicos reciban un refuerzo de las vacunas que recibieron en los primeros años de vida para una protección duradera y eficaz. Esto se debe a que, en esta etapa, comienzan a estar en contacto con más personas en espacios cerrados como las aulas, lo que los expone a un mayor riesgo de contraer algunas infecciones

Según indica el Calendario Nacional, las vacunas que se aplican entre los 5 y los 6 años son la Sabin, la triple viral y la triple bacteriana celular. Estas inmunizaciones permiten sostener la eliminación de enfermedades como el sarampión, la rubéola y la poliomielitis, ayudan a mantener controladas otras como la difteria y el tétanos, así como también buscan proteger de infecciones como paperas o tos convulsa.

“Con estas vacunas no solo protegemos al niño o niña que la recibe, sino también a hermanitos pequeños, que son más vulnerables, y a toda la comunidad. De allí la importancia de que todos los chicos tengan al día las vacunas que indica el Calendario Nacional para el ingreso escolar”, remarcó Sandra Belfiore, responsable del Programa de Inmunizaciones. La doctora destacó la necesidad de que la aplicación se efectúe en los primeros días del inicio de clases.

A los 11 años

Desde hace unos años, se incorporó al Calendario Nacional la vacuna contra el VPH o virus de papiloma humano, considerada como una herramienta muy eficaz para prevenir el cáncer de cuello de útero.

Esta vacuna está indicada para varones nacidos a partir del año 2006 y para mujeres nacidas a partir del año 2000. El esquema consiste en 2 dosis separadas por un intervalo mínimo de 6 meses. Para que la protección sea efectiva es fundamental la aplicación de ambas dosis.

Por otra parte, a esta edad también es necesario aplicarse la triple bacteriana acelular, que previene la difteria, el tétanos y la tos convulsa, y la meningocócica conjugada, que protege contra el meningococo, bacteria que provoca enfermedades graves como la meningoencefalitis y la sepsis.

Finalmente, los y las adolescentes que no hayan recibido dos dosis de vacuna triple viral (sarampión, rubéola y paperas) o esquema de tres dosis de hepatitis B, deben iniciar o completar esquema.