Hepatitis: la vacunación y el testeo son nuestras mejores herramientas

La Organización Mundial de la Salud (OMS) elijó el 28 de julio como el Día de la Hepatitis con el objetivo de acrecentar la sensibilización y la comprensión de la hepatitis viral y las enfermedades que provoca.

La hepatitis viral es una enfermedad infecciosa que afecta al hígado. Hasta el momento, han sido reconocidos y caracterizados en humanos cinco diferentes virus de la hepatitis: A, B, C, D y E. Estos virus difieren ampliamente en sus formas de transmisión y características clínicas ya que mientras todos pueden causar hepatitis aguda, sólo los virus de las hepatitis B, C y D ocasionan hepatitis crónica.

“Las hepatitis B y C constituyen una epidemia silenciosa, ya que en la mayoría de los casos las personas infectadas no tienen síntomas, no saben que están infectadas y  transmiten la infección a otras personas. La mayoría de las personas que consultan por síntomas vinculados a la infección viral, tienen una enfermedad avanzada. Hoy, con los progresos de la medicina, existen tratamientos altamente efectivos, por eso es importante acceder al diagnóstico”, afirmó Julio Cohen, Director del Programa de SIDA e ITS de Córdoba.

Hepatitis A es una de las enfermedades más antiguas conocidas por la humanidad. “Como se transmite por vía fecal-oral, el acceso al agua potable y a dispositivos adecuados para el tratamiento de residuos humanos son fundamentales para su control y vigilancia. Felizmente, también contamos con una vacuna contra la hepatitis A, que se coloca en una dosis a los 12 meses de edad y proporciona una inmunidad de alrededor del 95 por ciento”, explicó Cohen.

En cambio, en el caso de las hepatitis B, C y D, la vía principal de transmisión es la sangre. En lugar de tener reservorios ambientales, como el agua o los alimentos, los humanos que están infectados crónicamente con estos virus actúan como tales, manteniéndolos así entre la población.

Hepatitis B

Actualmente existen más de 2 mil millones de personas en el mundo que han sido infectadas con el virus de la hepatitis B, de los cuales alrededor de 350 millones permanecen infectados crónicamente y se convierten en portadores del virus. Cada año, un millón de personas en el mundo mueren por hepatitis crónica activa, cirrosis o hepatocarcinoma a causa del virus de la hepatitis B.

Este virus puede transmitirse por exposición a sangre y otros fluidos corporales infectados; por transmisión perinatal, es decir, de la madre al niño en el momento del parto y también a través del contacto sexual. Este último es el factor de riesgo más frecuentemente reconocido, por lo cual el uso del preservativo en todas las relaciones sexuales es una medida recomendada de prevención, al igual que no compartir agujas o jeringas en ninguna circunstancia y utilizar material descartable al realizarse tatuajes y piercings.

“A pesar de todo, en el 30 por ciento de los casos no se identifica la causa de la infección y no se encuentran factores de riesgo aparentes, por lo cual se ha postulado la existencia de formas menos obvias de transmisión parenteral o no parenteral encubiertas”, afirmó Cohen.

Afortunadamente, contamos con otra herramienta de prevención: la vacuna contra la hepatitis B incluida en el calendario oficial. Se colocan tres dosis durante el primer año de vida del niño y además puede colocarse en el adulto. “En nuestra Provincia se realizan iniciativas de promoción de la vacunación anuales dirigidas a los adolescentes, lo cual contribuye a generar inmunidad frente al virus y evitar la transmisión”, contó el especialista.

También es importante el testeo en la población de pacientes asintomáticos. Cabe destacar que en el Programa de SIDA e ITS, que funciona en el Hospital Rawson, está disponible la posibilidad de realizarse este análisis.

Hepatitis C

El virus de la hepatitis C fue identificado en 1989 como el responsable de la mayoría de las hepatitis que no son A o B. La OMS estima que alrededor del 3 por ciento de la población mundial ha sido infectada con este virus. Aproximadamente el 15 por ciento se cura, pero el resto, con independencia de la sintomatología, se convierte en portador crónico de la infección, con riesgo de desarrollar cirrosis y hepatocarcinoma (cáncer de hígado).

La hepatitis C normalmente se propaga a través de la sangre infectada o agujas y jeringas contaminadas, aunque algunas personas adquieren la infección a través de la vía sexual y perinatal. También en este caso hay un 30 por ciento de pacientes en los cuales no se puede identificar efectivamente la vía de transmisión del virus.

“Lamentablemente, no existe una vacuna contra la hepatitis C, debido a la gran variabilidad genética del virus a nivel de su envoltura. Se han caracterizado hasta ahora seis genotipos y numerosos subtipos. Por eso es fundamental la detección de los pacientes a través del testeo para acceder al tratamiento, evitar las complicaciones y, a su vez, cortar la cadena de transmisión”,  detalló Cohen.

Programa de Hepatitis virales

El Programa de Hepatitis Virales está incluido en el Programa Provincial de VIH/SIDA e ITS y comenzó a funcionar en el 2008. A lo largo del año, realiza diversas actividades, entre ellas, campañas de sensibilización destinadas al equipo de salud y a la población general orientadas hacia la importancia de la vacunación, las medidas de prevención y, en caso necesario, sobre el acceso al tratamiento.

Durante el 2014 se atendieron en el Hospital Rawson 550 pacientes con diagnóstico de hepatitis virales.

Hasta el jueves 30 de julio, de 10 a 16, el Programa estará realizando consejería y vacunación contra la hepatitis B para adolescentes y adultos en la Plaza San Martín de la ciudad de Córdoba.