Cómo prevenir el golpe de calor

Con la combinación de elevadas temperaturas y alta humedad, crece el riesgo de sufrir un trauma térmico, más conocido como golpe de calor. Según apunta Rodolfo Demo, médico de la Agencia Córdoba Deportes, las manifestaciones clínicas de esta afección “empiezan con dolores de cabeza, nauseas, vómitos, temperatura corporal de 40°, estado de confusión, taquicardias y enrojecimiento cutáneo”.

Los grupos más vulnerables son los niños, los ancianos y las personas que han tomado medicamentos antihistamínicos, diuréticos o para el hipotiroidismo.

Prevención. En días con alto índice térmico, donde se conjugan elevadas temperatura y humedad, Demo recalca la importancia de evitar hacer actividades físicas o deportivas en horarios picos. “Hay gente que para transpirar más se pone hacer deporte a la siesta, eso es muy nocivo”, remarca.

También aconseja utilizar vestimenta adecuada, es decir prendas livianas, de algodón y color claro, y gorro. Además, es fundamental mantenerse hidratado, para lo cual se debe tomar como mínimo de 2,5 a tres litros diarios de agua. “Cuando uno siente sed ya ha sufrido una deshidratación del 3%”, advierte; en resumen, es fundamental beber líquido muchas veces a lo largo del día.

La hidratación es importante porque el cuerpo humano está compuesto por un 55 a 78 por ciento de agua (dependiendo de las medidas y complexión física), por lo cual es fundamental el suministro diario de líquido.

Qué hacer. Ante la aparición de alguno de los síntomas mencionados, lo aconsejable es sacarse la ropa y ponerse a la sombra. Hidratarse con abundante agua, aplicar compresas frías en axilas y cabeza, y concurrir a un centro asistencial.