29 de septiembre: ¿cómo está tu corazón?

Los problemas o enfermedades cardiovasculares —como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular—, son desafortunadamente las más mortíferas del mundo. No en vano se cobran 17,1 millones de vidas al año.

Por ello, la Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNESCO, ha designado el día 29 de septiembre como fecha conmemorativa para difundir información que ayude a contrarrestar esa realidad.

La fecha se celebra de manera coordinada desde el año 2000 entre más de cien países, planteando eventos que ayudan a tener conciencia y dan a conocer masivamente la realidad de las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento.

En esta nota, aprovechamos la ocasión y nos sumamos a la difusión de consejos para una mejor calidad de vida y para saber cómo está nuestro corazón.

Hablemos de enfermedades cardiovasculares

La enfermedad cardiovascular afecta a todas las edades y grupos poblacionales, incluyendo a niños y mujeres. En el caso de las mujeres, cada año mueren más de 8,6 millones por enfermedades cardiovasculares (ECV) en el mundo, es decir una mujer por minuto. Por esto, las mujeres deberían saber la verdad sobre los riesgos para tomar medidas y protegerse a sí mismas.

Un elevado porcentaje de estas muertes son prematuras y ocurren antes de los 70 años, acabando con la vida de personas en su edad más productiva y causando un devastador impacto económico y emocional en las familias.

La buena noticia es que es que las ECV están causadas por factores de riesgos que pueden ser prevenidos, controlados, tratados y modificados en su curso natural.

¿Sabías que?

Cada año la inactividad física contribuye a más de tres millones de muertes en el mundo, que se podrían evitar.

Una alimentación poco saludable se relaciona con cinco de los principales factores de riesgo de muerte en el mundo: presión arterial alta; nivel elevado de glucosa en sangre, sobrepeso; obesidad y colesterol alto.

Cada día mueren 15 mil personas por efecto del tabaco en el mundo, y uno de cada dos fumadores morirá por enfermedades relacionadas con el tabaquismo. El humo del tabaco es responsable de la muerte de más de 600 mil no fumadores cada año, incluidos niños.

Siete pasos para evitar riesgos y enfermedades cardiovasculares

1- Controlar la tensión arterial regularmente. Tener tensión arterial elevada es el factor de riesgo número uno. Se presenta sin signos ni síntomas, por lo que muchas personas no saben que su tensión arterial es alta.

2- No al tabaco y evitar los malos humos. A los dos años de dejar el tabaco, el riesgo de ECV se reduce de manera importante, y a los 15 años vuelve a ser similar al de una persona no fumadora.

3- Controlar el nivel de glucosa en sangre. Un nivel elevado de azúcar en sangre puede indicar la presencia de diabetes. Por lo que el 60 por ciento de las muertes por ECV se encuentran asociadas a la diabetes.

4- Realizar actividad física. Treinta minutos de actividad física moderada, cinco veces a la semana, reducen los riesgos de enfermedad cardiaca. Por ejemplo, la práctica de deportes, ejercicios y actividad al aire libre como caminar, bailar o andar en bicicleta.

5- Regular la alimentación. La ingesta elevada de sal, azúcares, grasas saturadas y trans, aumenta considerablemente los riesgos de sufrir un infarto. La obesidad está aumentando en los niños, siendo una de las principales amenazas para que de adultos enfermen o mueran prematuramente.

6- Consultar al médico especialista. Quienes han sufrido un infarto cardiaco, ictus o diagnosticado como ECV, deben consultar a sus médicos sobre la mejor manera de tratar y controlar los riesgos para evitar que se vuelvan a repetir. A su vez, ellos podrán ayudar y aconsejar sobre el riesgo cardiovascular.

7- Conocer los propios límites y educar en la infancia. Conocer las limitaciones personales ayudará a evitar excesos y así adoptar una vida más saludable. Incorporar hábitos de vida saludables, desde la infancia, para prevenir enfermedades del corazón durante la edad adulta.