La escuela como vigencia de lo público es el espacio de aprendizaje de lo «común», no sólo como lo universal, lo abierto, lo histórico, sino también como lo justo. Al decir de Carlos Cullen, “enseñar es aprender a construir lo público”.
No se trata de asumir toda la responsabilidad social sino de encontrarnos los adultos educadores en una misma apuesta: la de encarnar para nuestros alumnos un «OTRO» disponible que pone bajo cuidado a un niño/a y/o a un adolescente ofreciendo un espacio capaz de suscitar el aprendizaje y la posibilidad de construir un proyecto. La invitación es a encontrar espacios que nos convoquen como adultos y, desde el entusiasmo, poder transmitir el deseo de saber, ofrecernos como mediadores de la cultura.
En el «Día del Maestro» queremos compartir con todos los educadores y educadoras de esta provincia algunos sentidos del verbo EDUCAR, que no es sólo el sinónimo de «dar a conocer» sino también de reconocer.
Educar es entonces el trabajo de crear condiciones para una filiación simbólica que nos permita reconocernos como semejantes sin obligarnos a borrar las diferencias, al tiempo que garantice que las diferencias no devengan en una desigualdad. Educar no es otra cosa que la actividad de distribución y reparto de la compleja herencia cultural de un sociedad a las nuevas generaciones. Es un acto de transmisión que reintroduce la ficción y permite que cada uno, en cada generación, partiendo del texto inaugural introduzca las variaciones que le permitan reconocer como propio el relato.
Por eso en este día los convocamos a continuar construyendo una escuela que opere como campo de posibilidad, como anclaje de nuevos sentidos que hagan posible que la inclusión, la igualdad y la calidad educativa sean una realidad para todos nuestros alumnos y alumnas: quienes recién llegaron, quienes hace tiempo lo hicieron y aquellos/as que no conocemos y están por venir.
(*) Ministro de Educación y Secretaria de Educación de la Provincia de Córdoba.