Operativo contra el comercio y tráfico ilegal de fauna

Más de 120 aves silvestres fueron secuestradas por la Secretaría de Ambiente y la Patrulla Ambiental provincial, tras el allanamiento en una vivienda particular de la Ciudad de Córdoba. El operativo conjunto es el resultado de seis meses de investigación a cargo de las carteras provinciales y la policía federal sobre un supuesto comercializador ilegal de fauna domiciliado en el barrio José Ignacio Díaz Tercera Sección.

“Con orden del juez de control de sexta denominación, ingresamos a este domicilio particular, en donde pudimos constatar la presencia de aves en cautiverio y proceder a su rescate”, explicó Federico Bocco, Director de Control y Gestión Ambiental de la Secretaría de Ambiente.

Se trata de 122 aves entre las que se encontraron: bollero a la amarilla, teros, pepiteros de collar, cardenales comunes, cardenales amarillos, jilgueros, reinas mora, zorzales chalchalero, rey del bosque, calandrias y un guacamayo rojo. “Este último ejemplar corresponde a una especie amenazada, que se encuentra bajo la categoría de protección de C.I.T.E.S. II, por lo que también se presume la existencia de tráfico de fauna, otra actividad ilegal”, indicó el funcionario.

Además se secuestraron 70 jaulas, 12 tramperos y subproductos de fauna silvestre curtida (cuero seco) perteneciente a dos corzuelas.

Las aves fueron trasladadas al Hospital Veterinario del Zoo Córdoba, en donde se realizarán los estudios sanitarios correspondientes a cada uno de los ejemplares y se los dispondrá de acuerdo a los resultados.

Los dueños de la vivienda quedaron a disposición de la Fiscalía Distrito 3 por tratarse de una infracción a la ley nacional de conservación de fauna N° 22.421

Especies amenazadas, con protección especial

C.I.T.E.S. es la sigla que identifica a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. Tras dos años de su creación, en 1975 este órgano estableció un sistema de listados (apéndices) en los que se encuentran todas las especies que los países adherentes consideran que deben estar protegidos. El objetivo es prohibir el comercio internacional de estas especies y reglamentar y vigilar el comercio de otras que pueden llegar a estarlo.

El Apéndice II incluye a todas las especies que si bien en la actualidad no se encuentran en peligro de extinción, podrían llegar a esa situación si no está sujeto a una reglamentación estricta.