Más de 500 vecinos de las localidades de Ticino y Pasco están movilizados por la conservación de un espacio natural representativo de la región sureste de Córdoba: laguna La Salada, ubicada a 13 kilómetros de Ticino.
Ante este hecho, autoridades de la Secretaría de Ambiente de la Provincia recorrieron el lugar, en lo que fue la primera visita exploratoria para conocer el estado de este ambiente natural, los usos y costumbres de los habitantes de la zona en torno a la laguna y la voluntad conservacionista de los vecinos.
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La iniciativa ciudadana, apoyada por los intendentes de estos pueblos, surgió tras el interés en secarla del dueño de uno de los campos comprometido por las aguas. Esto derivó en la presentación de un pedido ante Ambiente para que la laguna sea declarada Reserva Natural por la Provincia.
“En este primer relevamiento en el terreno buscamos definir cuestiones técnicas ambientales para, una vez que tengamos los dictámenes de Ambiente y de Recursos Hídricos, poder determinar los pasos jurídicos que se deberán tomar para avanzar en este pedido expreso de los vecinos”, explicó Federico Bocco, Director General de Control y Gestión Ambiental dela Secretaríade Ambiente.
En relación a la inquietud de los vecinos, Bocco sostuvo: “Toda preocupación por preservar el medio ambiente es atendible y además hay que reconocerla. Por eso, a través del ministerio de Agua, Ambiente y Energía, buscamos generar un ámbito en el cual todos los actores involucrados podamos intercambiar posiciones, privilegiando el consenso respecto al tratamiento que le daremos a la laguna”.
Originariamente este lugar perteneció a la región fitogeográfica del Espinal Pampeano, zona intermedia entre la llanura pampeana y la llanura chaqueña. Caracterizada por la presencia de pastizales, bosque de caldén, chañar, algarrobo y lagunas.
Hoy el espinal sobrevive en pequeños restos de bosque, visibles en forma aislada en medio de la inmensidad de las tierras cultivadas que desde hace años fueron ganándole terreno.
Al llegar al lugar, los técnicos de Ambiente detectaron un suelo salino, marcado por la presencia de pelo de chancho y junco negro, pastizales que crecen sólo en estos terrenos. También una fauna muy rica que se moviliza en la región, compuesta por garzas mora, gaviotas, caranchos, biguá. “Una particularidad de este lugar es que las lagunas se intercomunican entre sí, por lo que resulta muy importante el adecuado manejo de estas cuencas”, explicó Conrado Rosacher, Jefe de Área de Planificación de Reservas Naturales.
“Es importante que la sociedad sepa con claridad a qué nos referimos cuando hablamos de crear una reserva. No se trata de no poder tocar ni hacer más nada en ese territorio, sino de ordenar las actividades. Zonificar el espacio, declarando zonas intangibles por la nidificación y/o reproducción de ciertas especies y posibilitar la realización de prácticas no agresivas, como la pesca regulada”, resaltó el especialista.