Córdoba celebra el regreso de los cóndores

El guardaparque de la Reserva Cultural Natural Cerro Colorado, Alfredo Lobo, avistó recientemente cinco ejemplares de cóndor, una especie que habitó originariamente todas las áreas montañosas de Córdoba. Los permanentes cambios producidos en su hábitat natural, las alteraciones del medio ambiente y sobre todo las cacerías de las que fue objeto, por considerar a los cóndores un codiciado trofeo, fueron las principales causas de su virtual desaparición.

A ello contribuyó la injusta peligrosidad adjudicada por los lugareños quienes sostenían que los cóndores se llevaban las crías pequeñas de cabritos y corderos entre sus garras. En realidad, el cóndor sólo se alimenta de carroña y sus patas, lejos de ser garras, se asemejan a las de un pavo (ave de corral) por lo que no están adaptadas para llevar a sus presas como lo hacen las águilas o los halcones.

El reciente avistamiento es una magnífica noticia.La reciente observación de un pequeño grupo de cóndores en la Reserva Cultural Natural Cerro Colorado permite determinar que estas  aves, plasmadas en las pictografías de los aleros de la reserva, vuelven a poblar las sierras del norte provincial.

El director de Recursos Naturales de la Secretaría de Ambiente, Conrado Rosacher, advirtió que “a partir de 1960 y en los años posteriores hubo una notable disminución de la población de cóndores en Córdoba, producto de las voladuras realizadas para la construcción de caminos en las sierras que los espantaron, obligándolos a emigrar a otros territorios como el valle de Traslasierra y la provincia de San Luis”.

Tras varias décadas y al haberse modificado algunas de las circunstancias que deteminaron su alejamiento, esta codiciada especie parece haber retornado. Se han advertido ejemplares robustos en el Cerro Uritorco, el más elevado de las Sierras Chicas, otro de los territorios montañosos de donde se había marchado.

Precisamente  en el sector  puede observarse que desde hace quince años existe una población de sustantiva importancia, que también se extiende a Los Gigantes, El Parque Nacional Quebrada del Condorito, la Reserva Hídrica Provincial de Achala y en la Reserva Forestal Natural Chancaní (departamento Pocho), especialmente en la Quebrada de la Mermela, donde se ha notado  una población nidificante en crecimiento.

Rosacher  expresó su satisfacción por el regreso de los cóndores.“Vuelven a colonizar territorios de nuestra provincia que habían abandonado y esta es una muy buena noticia ya que estas grandes aves ponen un huevo cada 2 o 3 años, y alcanzan su adultez entre los tres y cuatro años, por eso este registro de varios ejemplares en el Cerro Colorado nos devuelve la esperanza de sacarlo de la lista de especie en vías de extinción en Córdoba y nos obliga a tomar todas las precauciones para conservar y valorar esta emblemática especie”.