Violencia de género: La comunidad como red de prevención

En el marco de la campaña por los 16 días de activismo contra la violencia hacia las mujeres que lleva adelante el Gobierno de Córdoba, y tras diez meses de trabajo, finalizó la Diplomatura en Formación de Acompañantes Comunitarios contra la Violencia de Género, que ofrece el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a través de la Secretaria de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas.

Con el aporte de más de treinta disertantes y especialistas de América Latina y Europa, más la participación de mil personas, terminó un ciclo de formación inédito para el abordaje de esta problemática.

“Entendimos que hacía falta avanzar sobre la comunidad, estar más próximos del lugar donde sufren las mujeres y poder capacitar a referentes de cada comunidad”, señaló Claudia Martínez, en la apertura. También, y a modo de reflexión, dijo que «quizás en este momento no podamos tomar dimensión de lo que significa este espacio, pero seguramente a lo largo del tiempo, vamos a poder ver lo sembrado en  este momento fundacional».

A su vez, rescató la participación plural y diversa de los asistentes que llegaron desde el interior de Córdoba y de otros puntos del país. “Que todas las Universidades públicas y privadas de esta provincia quieran reconocer la formación por la que están atravesando, realmente es un mérito de todas ustedes”, señaló la Secretaria de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas.

Las exposiciones estuvieron a cargo de Vita Escardó (Buenos Aires) quien abordó el complejo tema del cansancio por el dolor ajeno y brindó algunas herramientas para “cuidar a las que cuidan”.

Ruth Ahrensburg (Córdoba) trazó varios lineamientos prácticos tras su experiencia como fundadora de la Asociación por una vida sin Violencia –CONVOZ-.

Emma García (Córdoba) presentó el Protocolo del Rol de Acompañante Comunitaria que dispone el Estado a través de la Subsecretaria de Lucha contra la Violencia de Género y Familia.

Por último, Pamela Ares (Salta), apuntó su ponencia al valor del “proyecto de los vínculos”, para construir comunidad en los territorios y en reconstruir con el empuje de las mujeres el tejido social de las relaciones humanas.

En primera persona

La diversidad del público asistente fue una novedad y un aprendizaje para muchos.

“A esta edad nunca hubiésemos pensado en hacer una diplomatura, en llegar a estos espacios y en poder estudiar. Esto ha sido más grande de lo que nos imaginábamos”, dijo Julia Marta Ceballos, de la comunidad Arabela del pueblo Comechingón.

“Me sorprendió la calidad de los expositores, todos muy pertinentes –comentó Paula, trabajadora social y docente, miembro de Sedronar en  barrio Yapeyú– “en los espacios de taller se aportó mucha información sobre cómo funciona el Polo de la Mujer y la Justicia, porque es algo que nos hace falta saber a muchos. Me llevo aportes sobre el trabajo de masculinidades, para poder aplicarlo con mis alumnos en el colegio”.

Claudia, comunicadora social, contó que se inscribió para profundizar sobre comunicación con perspectiva de género pero que durante el cursado se le fueron abriendo otros temas interesantes para trabajar. “Los vínculos humanos que se armaron en los grupos de trabajo son lo más positivo, generar redes fue algo automático desde el primer día y hoy estamos en contacto permanente para consultas”.

Durante la tarde, en las diferentes aulas de la Universidad Provincial, se trabajó en talleres grupales sobre los ejes abordados por las disertantes que abrieron la jornada.