Un mural de Agustín Tosco luce en la fachada del Lelikelén

Ayer a la tarde, quedó inaugurado un mural de Agustín Tosco en la fachada del centro educativo Lelikelén, una obra pintada por Rebeca Tobares, preceptora de la institución. Estuvieron presentes Héctor Agustín Tosco, hijo del líder sindical, junto a representantes del Sindicato de Luz y Fuerza, la directora de Lelikelén, Patricia Mazzini, la encargada de la biblioteca Ana Rossone, la autora del mural y alumnos.

El acto se hizo en el marco de la convocatoria que se realizó el año pasado por los 40 años de la desaparición del histórico líder sindical. En aquella oportunidad, se convocó a organizaciones sociales, políticas, sindicales, colectivos de artistas, estudiantes, bibliotecas populares y vecinos en general a participar del concurso “40 años en 40 murales” que representen la vida obra y legado de Agustín Tosco.

La propuesta no tardó en llegar a las autoridades del Lelikelén, la trasladaron a sus alumnos e hicieron la gestión para participar. Debatieron sobre qué parte de la vida del histórico líder sindical querían contar. Se preguntaron cuál sería el relato. Rebeca Tobares, por primera vez iba a realizar un mural, se entusiasmó con la idea y se metió con el pincel, los colores y la historia de Tosco.

No es por casualidad que la biblioteca del Centro Socioeducativo Lelikelen–espacio que pertenece a la Secretaría de Niñez del Ministerio de Justicia-lleve el nombre de Agustín Tosco y menos aún que la fachada de la institución tenga un mural donde se lo ve al líder sindical como estudiante trabajador o al revés.

La directora Mazzini, al comenzar el acto, hizo un paralelo de lo que fue la vida de Agustín Tosco y el perfil de los chicos que asisten a la institución. “Esta es una escuela formada por trabajadores que preparamos y acompañamos a estudiantes que también trabajan”, dijo la docente y agregó: “Nuestro eje es la formación para el trabajo, de allí que la vida del referente gremial tenga tanta vigencia en nuestra escuela».

Luego de darle vueltas a la historia y plantearse dudas sobre si mostrar su faceta como sindicalista, vecino  o joven trabajador, la autora optó por la última idea. Quiso contar el recorrido de Tosco como un estudiante “como ellos” y a la vez “trabajador”. En su pintura da cuenta de los lugares donde vivió, trabajó y estudió. El mural, que es el primer trabajo bajo este formato de Tobares, tiene en su costado izquierdo una frase que lo identificaba: “En mi propia casa con el piso de tierra y sin luz eléctrica me había construido una pequeña biblioteca”.

Agustín Tosco fue un gran lector, desde chico y con la ayuda de su padre inmigrante y maestro se entusiasmó por los libros. Sabía que el estudio era el único modo de zafar de la pobreza, aseguró su hijo.

“Estoy más viejo que mi viejo” dijo Héctor Agustín Tosco cuando comenzó a hablarles a los chicos que escuchaban al hijo del dirigente gremial. Agustín murió a los 45 y yo ya tengo más de 50, dijo Héctor para empezar a compartir un pedazo de la historia de su padre.

¿Qué puede contarse de Tosco hoy? se preguntó e inmediatamente arrancó con un discurso esperanzador y emotivo. “Puedo contarles que mi papá en el medio del sacrificio logró sortear la primaria y la secundaria”, dijo y agregó: “El estudio le permitió tomar decisiones importantes sostenidas por una gran valentía y coraje y eso lo aprendió por su lectura comprometida», aseguró.

Luego de las palabras de los directivos y dirigentes gremiales, alumnos, docentes y la gente del Sindicato de Luz y Fuerza salieron a la calle a descubrir en la fachada del edificio, el mural de Agustín Tosco. La pintura hace un recorrido por los lugares significativos de Tosco. Sitios que marcaron la historia del trabajador, como lo define su hijo:»No fue un héroe ni un Dios, simplemente un trabajador».

Cabe recordar que el Centro educativo Lelikelén, es un centro integral de inclusión, ubicado en Tránsito Cáceres 250, en el que se trabaja en lo social, lo laboral y lo cultural, buscando que los chicos que concurren se conviertan en verdaderos sujetos de derechos y puedan ejercer una ciudadanía comprometida y responsable.

Lelikelen combina el trabajo de equipos técnicos del Ministerio de Educación, la Secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y el Ministerio de Trabajo.

Ofrece a jóvenes, de entre 14 y 21 años, que tienen sus derechos vulnerados una posibilidad de educarse, capacitarse en un oficio, adquirir destrezas artísticas y aprender a convivir con sus pares y en comunidad.