“Un acto de inclusión, justicia social y reparación”

Cuando era chica, cada 12 de octubre Julia Marta Ceballos volvía de la escuela a su casa pateando piedritas y pensando que al llegar se iba a encontrar, otra vez, con un choque de culturas que impactaba, hasta en sus actos más mínimos, en forma de silencio. “La historia no es tan así, tus abuelos eran indios, vivían felices en el campo, no fuimos a la escuela pero tenemos una historia”, le decía su madre. A la vez, la penaba para que nunca dijera que era descendiente de indios. “Yo era terca, soy terca, pensaba: ¡Si soy, por qué no lo puedo decir!”, sostiene ahora Julia Marta, convertida en Curaca de la comunidad Rural Arabela, del pueblo Comechingón.

Este 11 de octubre no fue para Marta y para los pueblos originarios de Córdoba un día mas. Fue una jornada de reconocimiento. Bien temprano, en el Museo de las Mujeres, referentes llegados desde diferentes lugares de la provincia pudieron encontrarse, nuevamente, durante el desayuno. Fue la ceremonia íntima y previa a otra más esperada. “Tomando mates reflexionamos como hacía mucho tiempo y dijimos: esto es lo que nuestros ancestros hubieran querido”, dice Julia Marta.

Lo que finalmente sucedió es que el Gobierno de la Provincia de Córdoba entregó las Resoluciones de Inscripción en el Registro de Comunidades de Pueblos Indígenas de la Provincia de Córdoba a 16 comunidades indígenas de nuestro territorio provincial, pertenecientes a los pueblos Comechingón, Sanavirón y Ranquel. El acto les da representación en el “Consejo de Comunidades de Pueblos Indígenas de la Provincia de Córdoba”, a través del cual pueden asistir consecutivamente al Poder Ejecutivo de la Provincia.

La ceremonia estuvo encabezada por Luis Angulo, ministro de Justicia y Derechos Humanos de Córdoba. El espacio fue adornado con la bandera de los pueblos y los símbolos de cada comunidad. Acompañado de mujeres y hombres líderes de comunidades indígenas, Angulo dijo que “se trata de un acto de inclusión, de justicia social y de reparación para los pueblos originarios, que por primera vez en Córdoba reciben el reconocimiento oficial”. Gracias a la constitución del Consejo de Comunidades, creado en 2015 por Ley 10.316, “los pueblos originarios van a tener un lugar en el Estado, van participar y plantear sus inquietudes y necesidades”, agregó.

Alberto Canelo es Curaca de comunidad Quisquisacate, conformada por tres clanes, tres grupos familiares que en total suman más de 260 personas. Su particularidad es que se trata de una comunidad originaria urbana. “Cuando Jerónimo Luis de Cabrera llegó a Córdoba escribió en el acta fundacional: ‘Pongo asiento en estas tierras que los naturales denominan Quisquiscate’, cuenta Canelo. Con el tiempo, el avance desarrollista y los sucesivos gobiernos fueron expropiando sus tierras. La última expropiación sucedió en 1984, con terrenos ubicados en la zona del Tropezón.

“Al fin el Estado reconoce que existen pueblos originarios en Córdoba, y que somos de acá. Es un derecho perdido, por que perdimos muchas cosas, pero al menos la historia nos reconoce como parte de un país”, dice Canelo y agrega: “Esto es una inclusión y lo hemos tenido gracias a este Gobierno”.

La ley 10.316 posibilita, por primera vez en la historia de nuestra provincia, el reconocimiento, la protección y apoyo a los pueblos indígenas.

“Es un honor para nosotros cumplir con la palabra empeñada”, dijo Ángulo y reconoció el trabajo realizado por el ex gobernador fallecido José Manuel de la Sota. “Si todos acá nos hiciéramos un ADN, descubrimos que tenemos en nuestras venas sangre india. Y elegimos el 11 de octubre para hacer este reconocimiento por que es un día antes de lo que erróneamente siempre se llamó Día de la Raza: la historia no comenzó en 1942”, cerro el ministro.

Del acto participaron funcionarios de las cartera de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, y legisladores provinciales.