Masculinidades, en el centro de la escena

Tal como viene sucediendo desde que se puso en marcha el pasado mes de abril, la Diplomatura en Formación de Acompañantes Comunitarios contra la Violencia de Género sigue generando la atención de las 1.300 personas inscriptas para cursarla en su primer año de creación.

Ese interés y acompañamiento por participar en la cuarta jornada de esta diplomatura, que nuevamente tuvo un auditorio colmado en la Universidad Provincial de Córdoba, estuvo reforzado por la participación de reconocidos expositores como la antropóloga Rita Segato y el mexicano Roberto Garda Salas.

Las palabras de apertura estuvieron a cargo de Claudia Martínez, principal referente del Polo Integral de la Mujer en Situación de Violencia y Trata de Personas, quien se refirió a la trascendencia de contar con una diplomatura donde están representadas todas las universidades públicas y privadas de la provincia, “porque todas y todos estamos juntos para tratar la violencia de género”, afirmó.

“Estando todos reunidos, algo importante surgirá y mucho más si se tiene en cuenta, además de la experiencia que venimos recolectando, la jerarquía de los expositores de hoy”, agregó Martínez.

La funcionaria dijo que el foco estaba puesto en las mujeres y era mucho para ellas la tarea de hacerse cargo de salir de situaciones de violencia. “Fallaba el proceso, la mirada y el camino por recorrer, donde el varón también tiene que ser escuchado y sostenido para acabar con la violencia a las mujeres”, señaló. Finalmente rechazó la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles: “Nosotras sabemos cuidarnos entre nosotras”, afirmó.

Luego de la presentación, Rita Segato, abrió su charla sugiriendo que hay que “Pensar en conversación, porque los grandes pensadores, todos han tenido su café o grupo donde han producido sus palabras y conceptos teóricos”.

Además, la antropóloga y profesora del departamento de Antropología y de la Cátedra UNESCO de Bioética de la Universidad de Brasilia, desde una posición antipunitivista, sostuvo que “todos están en condiciones de cambiar. Hay que darles las posibilidades de reflexionar”. Y resaltó que “mujer y feminidad no son la misma cosa; no hay garantía en el cuerpo. Mi cuerpo no determina mi feminidad”, dijo.

“El Estado no es suficiente para proteger a las personas. En Córdoba, el Polo funciona particularmente bien, está siempre lleno de gente que va y que viene pero no puede reconstruir. El buen Estado, en todas las partes del mundo, debería promover la reconstrucción del tejido comunitario”, agregó la antropóloga, que emigró a Brasil en 1974 cuando sólo tenía 23 años.

En relación a la situación de los hombres violentos, la científica sugirió que “hay que liberarlos del mandato de masculinidad, hay que ayudarlos. No podemos destruir un mundo malo con otro mundo malo.”

La necesidad de una teoría

Posteriormente fue el turno del mexicano Roberto Costa Gadas, quien se refirió a la “epistemología de la opresión”. Propuso que se “hable menos de masculinidades y más sobre la opresión que los hombres ejercen contra las mujeres desde una perspectiva multidimensional, multicomponente y multifactorial”, afirmó el economista, director de Hombres por la Equidad en el Centro de Intervención con Hombres e Investigación sobre Género y Masculinidades de México.

Por eso en el encuentro explicó de qué manera “podemos acercanos a los hombres desde esa perspectiva de la complejidad para poderlos invitar a un cambio hacia relaciones más democráticas, más igualitarias y sin violencia, en donde se respeten los Derechos Humanos de las personas”, graficó Gadas.

“Algunos hombres, en general, están haciendo un esfuerzo personal muy profundo para abrirse a la diversidad. Otros están haciendo un proceso para abrirse a los sentimientos, pero no a la diversidad, y algunos hombres apenas comienzan una crítica del ejercicio del poder. Es gradual, cada hombre a su nivel va haciendo algunos cambios pero todavía no hay un movimiento de hombres que haya logrado deconstruir todo lo que es una concepción machista, masculina de los hombres. Y no hay un movimiento, porque no hay una teoría”, aseveró el disertante.

El primer módulo estuvo a cargo de Jorge Ibáñez, médico especialista en psiquiatría medicina legal y Coordinador del Centro de Atención de Varones en situación de Violencia de la Secretaría de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas.

El profesional ahondó en detalles y servicios que ofrece el Centro y además contó con la colaboración de Sandro Comba y Vanina Baronetto, quienes se refirieron a las experiencias y metodologías que se realizan en ese lugar.

La Diplomatura en Formación de Acompañantes Comunitarios contra la Violencia de Género fue lanzada el 8 de marzo, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, y está organizada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Córdoba, a través de la Secretaria de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas.

Las actividades prácticas y grupales, realizadas por la tarde, contaron con talleres de reflexión, intercambios vivenciales, donde además se intercambiaron contenidos significativos de la jornada teórica realizada en horas de la mañana.

Para mayor información acerca de la Diplomatura escribir a diplomaturacontralaviolencia@cba.gov.ar, o ingresar a la web de la Universidad Provincial: http://www.upc.edu.ar/diplomatura-cues/