Tomasito: de la tragedia a la alegría de la casa propia

Tomás Tobares, Tomasito, ese pequeño hincha de Talleres que en 2010 tuvo la prueba mas difícil, la experiencia de vida más dura, hoy sonrió una vez más junto a su familia al recibir las llaves de su nuevo hogar, la casa propia.

Ese año, el niño fue rescatado de un incendio en barrio Los Paraísos por su padre Facundo Tobares, quien falleció por las heridas causadas por las llamas. Junto a sus hermanos, salvó su vida gracias a la acción de su papá, quien murió luego de 12 días de internación en el Instituto del Quemado. Tomasito fue operado varias veces para reconstruirle su rostro y sus manos, que sufrieron graves quemaduras.

Gisela Carreño, su mamá, contó hoy que desde el incendio transitaron muchas cosas: “Al principio fueron bastante feas y de a poco se fueron encaminando. Ahora estamos con Tomás festejando haber cumplido el sueño de tener la casa propia. Ayer cuando nos avisaron fue muy lindo porque justo ahora el 31 de enero se nos vence el contrato de la casa en la que estamos; es un sueño que lo veníamos esperando hace mucho”.

En cuanto a las expectativas de habitar el nuevo hogar, Gisela manifestó la necesidad de empezar de cero con sus cuatro hijos y con Fernando, su marido. “Vamos a seguir luchando para que nuestro hijo tenga todo lo que le hace falta y continuar acompañándolo en este tratamiento que tiene que seguir por muchos años”, dijo conmovida.

Tomás, de nueve años ya, manifestó que ya tiene ganas de jugar a la pelota por las calles del barrio con sus nuevos vecinos y disfrutar de su patio.

Fernando Zarate tiene 28 años y es el esposo de Gisela. Explicó que ya se les hacía difícil renovar el contrato de alquiler con tres varones y una nena. Con la casa propia, dijo, esa situación ya es historia.

“Esto (de ser dueños) te da pié para hacer lo que vos quieras. Antes queríamos hacer alguna reforma y teníamos que conseguir que el dueño estuviera de acuerdo. El patio es muy grande para que los chicos jueguen. Lo primero que haremos será la medianera y lo segundo armar la pileta”, expresó emocionado.

Otras historias. Concepción Ordoñez una abuela de 91 años, le gusta el teatro, cantar y bailar. Hoy el gobernador José Manuel de la Sota cortó simbólicamente las cintas del nuevo barrio, en la puerta de su flamante casa. “Esto significa haber transitado muchos años ayudando a mis prójimos y hoy me veo maravillosamente pagada con este techo”, expresó Concepción.

Por su parte Elva Márquez, mamá de Sergio Nosikoski uno de los tantos soldados caídos en las Islas Malvinas en la guerra del 82, expresó emocionada su agradecimiento al Gobierno de la Provincia y a los veteranos de guerra que la han acompañado durante todos estos años.

“Mi hijo no quiere que me muera sin tener un techito donde vivir. Es lo mejor que el gobierno podría haber hecho porque la vivienda es algo primordial para una familia, por eso estoy muy feliz”, exclamó Elva.