Niños y accidentes: la prevención salva vidas

Con la llegada del verano aumentan los accidentes domésticos que involucran a niños, seguramente porque al no haber clases los chicos pasan mucho más tiempo en casa.

El Hospital Pediátrico del Niño Jesús cuenta con una unidad centinela que monitorea los casos recibidos en el nosocomio. Este trabajo permite constatar que el 65 por ciento de los accidentes protagonizados por chicos ocurren en el ámbito doméstico, es decir dentro del domicilio.

Y es que pueden presentarse muchos riesgos, siempre que no haya un adulto controlando todo. Acerca de esto: no es extraño, y menos en épocas de receso escolar, que al irse al trabajo los papás dejen a un hermanito a cargo de los más chicos.

“Siempre insistimos mucho en la importancia de no dejar nunca a los niños al cuidado de otro menor”, dice el doctor Daniel Pizzi, director del  Pediátrico del Niño Jesús. “No hay que cargar nunca sobre un niño semejante responsabilidad”, señala el funcionario.

El 83 por ciento de los accidentes ocurridos en el espacio del hogar lo sufren nenes de hasta 9 años. Los más expuestos son niños de menos de 4 años de edad, quienes representan el 44 por ciento de los casos.

Pizzi recalca la importancia de, ante cualquier susto que involucre a un chico, “concurrir inmediatamente al médico, dispensario u hospital más cercano”.

“Muchos adultos —dice el doctor— tienen alguna experiencia en reanimación y primeros auxilios. Y está bien que intervengan. Pero lo más importante es que lo antes posible un médico o alguien del equipo de salud entre en contacto con ese niño”.

Para tener siempre en cuenta

A continuación se listan algunas recomendaciones que hay que tener presentes mientras haya nenes en la casa.

Cocina. Ollas, sartenes y demás utensilios en uso deben colocarse siempre en hornallas interiores. “Hay que cuidar que los mangos nunca queden hacia afuera, donde el niñito se puede colgar y volcarse el aceite o el agua caliente encima, que son los accidentes más frecuentes”, explica el doctor Pizzi. El 30 por ciento de los accidentes sufridos por chicos dentro del hogar ocurren en esta parte de la casa.

Piletas. “Muchas veces uno cree que los niños necesitan una pileta de natación para ahogarse, y no es así: el niño se ahoga en un vaso de agua”, dice el doctor, y recuerda casos de ahogos ocurridos en fuentones u otros recipientes de escasa capacidad. “Hemos tenido hace poco un lamentable accidente en un desagüe de lavarropas, un hueco pequeño. Un bebé calló y se ahogó allí”, ejemplifica Pizzi.

Cajoneras, placares, depósitos, etcétera. Medicamentos, líquidos tóxicos, venenos o detergentes deben estar bien identificados en sus paquetes y envases. Pero además deben estar completamente fuera del alcance de los niños, en lugares a los que ellos no tengan ningún acceso.

“Ya sabemos que los chicos son muy curiosos, sobre todo los más pequeños. Abren cajones, placares, buscan y se llevan a la boca lo que encuentran”, detalla Pizzi.

Objetos pequeños. Para los más bebés, es fundamental extremar recaudos con los objetos pequeños. Sigue el doctor: “Los niños son muy de llevarse a la boca juguetes u otros elementos. Ojo con las golosinas, los caramelos duros, sobre todo por el riesgo de ahogamiento”.

Comenta Pizzi que hace poco tiempo atendieron a un nene que ingirió la pila de un reloj, que son muy tóxicas. También fue noticia, si bien no ocurrió en Córdoba, la tragedia en la que un niñito murió ahogado con el capuchón de una birome.

Animales. Con las mascotas hay que tener un cuidado adicional. Pizzi detalla que sólo el Pediátrico recibe en promedio casi a dos niños accidentados por mordeduras de perro al día. “Es alarmante, sobre todo si uno piensa que éste es un hospital entre todos los que hay en Córdoba, más todos los consultorios y las personas que, porque se trata de mordeduras pequeñas, ni siquiera van al médico”.

“La mayoría de los accidentes se producen con perros propios o conocidos, ya sea de un pariente o de un vecino. Son muy pocos los accidentes entre niños y perros vagabundos”, ilustra el doctor.

Ya sobre fin de año, los petardos y cohetes ponen muy nerviosos a los animales. Muchas veces los nenes tratan de calmar a sus mascotas y es allí cuando éstas los desconocen y atacan.

“Fundamentalmente hay que enseñar a los niños a convivir con sus mascotas. No es correcto que el animal duerma en la cama con el niño: el animal debe dormir en su cucha, y el niño en su cama”, prosigue Pizzi.

“No molestar a perros, gatos ni a ningún otro animal cuando están comiendo, darles su espacio y no molestarlos. Enseñar al niño cuya mascota ha tenido cría a no tocar a los cachorritos, ya que las mamás, en una actitud defensiva, producen a veces accidentes muy graves”, ilustra el doctor.

En el resto del hogar. Cuidado con golpes y caídas, por ejemplo en dormitorios con camas cuchetas en donde juegan los niños. “Los espacios de juego deben ser siempre supervisados por un adulto”, finaliza el funcionario.