Se inauguró comedor para personas de la calle

Muchas puertas tuvo que tocar Luis Almada hasta dar con la correcta. De voluntad inquebrantable, este cordobés de Alicia no paró hasta hacer realidad su deseo: tener un lugar digno para darle de comer a las cerca de 200 personas que hoy cenan tres veces por semana al frente de la Catedral, en plena explanada de la Plaza San Martín de Córdoba.

Finalmente, tras la negativa del Gobierno Nacional y Municipal, fue el Ministerio de Desarrollo Social el que accedió al pedido de Luis y hoy martes se inauguró el primer comedor comunitario para gente en situación de calle de Córdoba.

El lugar funcionará de lunes a viernes, de 19 a 23, y será equipado, provisto y asistido por personal de Desarrollo Social y coordinado por “Yo te ayudo”, la asociación civil de Luis y su familia, más un grupo de más de 50 colaboradores.

Durante una reunión con el ministro de Desarrollo Social, Daniel Passerini, Almada –de fuertes convicciones religiosas– manifestó su requerimiento de concretar el comedor y citó al papa Francisco respecto a ayudar a los que menos tienen. El ministro accedió y en algunos meses de gestión ya se dispuso todo para la apertura del próximo martes.

Desarrollo Social aporta el local, el equipamientos del mismo (mobiliario, pintura, electricidad, cartelería, entre otros elementos), 200 viandas de comida diarias y la presencia de trabajadoras sociales para ayudar a las personas que concurran al comedor.  Este nuevo espacio funciona en Chacabuco 47.

Luis manifiesta su respeto y agradecimiento por la decisión que tomó el ministro Passerini de acompañarlo y siente un gran alivio ya que no tendrá más la responsabilidad económica de hacerse cargo de los gastos de la comida, como venía haciendo desde hace dos años.

“Yo ahora me voy a convertir en un voluntario. Hasta hace unos días nosotros (por su familia) cocinamos y llevábamos la comida a la Catedral. Todo salía de mi bolsillo. Tuve que privar a mis hijas de un montón de cosas todo este tiempo para seguir adelante, pero eso va a cambiar y es gracias a que desde el Gobierno de la Provincia escucharon mi proyecto”, cuenta.

“Me daba lo mismo quien me ayudaba. Si era la Muni, la Nación o la Provincia. Golpeé todas las puertas. Yo no me caso con ningún partido político. No me importaba. Pero los únicos que me dieron una respuesta fueron en Desarrollo Social”, reconoce.

Luis aclara, además, que el comedor será más que un lugar para que la gente vaya a comer: “La intención es que este lugar sea un punto para que esa gente que tiene muchas necesidades tenga contención y que se las pueda ayudar para tratar de salir de su situación mediante el trabajo de las asistentes sociales”. En el comedor también funcionará un ropero solidario, al que se pueden acercar donaciones.

Luis nunca deja de mencionar a su familia, su esposa Cecilia y sus siete hijas. Ellas fueron su motor, su inspiración. “Todo esto lo hago para dejarles una enseñanza a mis hijas. ¡Ah! y porque le prometí a Dios que si me ayudaba a salir de la mala (estuvo mucho tiempo con trabajos precarios y sin dinero para darle un mejor calidad de vida a los suyos) yo iba ayudar a otras personas. Él cumplió y yo, de poco, voy haciendo lo mismo”, explica.

El hombre vive en Totoral. Pero viajará todos los días. Con esta ayuda de Desarrollo Social, tendrá más tiempo para otros emprendimientos solidarios que ya tiene en mente. “Si están acá y acá, porque no los voy hacer realidad, como con este comedor”, mientras lo dice, con su dedo índice se toca la cabeza y el corazón.

Para ofrecerse de voluntario en el comedor o colaborar con donaciones, Luis pone a disposición su celular: 0351-155451914.