Confiamos en Vos: los chicos buscan mejorar sus oportunidades

La Escuela de Formación Profesional Salvador Campoli de barrio Santa Isabel 2º Sección reúne a 150 chicos dispuestos a aprender un oficio.

En el marco del Programa Confiamos en Vos, los aprendices, de entre 14 y 24 años, participan de los talleres de soldadura, pastelería, costura industrial, mecánica de moto y computación.

“El compromiso de los chicos es muy positivo. Vemos que quieren mejorar su calidad de vida. Aprenden y les gusta aprender. En una sociedad que hoy no ofrece muchas oportunidades, el programa provincial resulta muy positivo”, explica Roberto Prado, docente y coordinador del Confiamos en Vos en la escuela.

Los maestros que coordinan los talleres de oficio saben, de antemano, que trabajan con chicos de una zona urbano marginal, donde la falta de estímulo para emprender se presenta como una constante. Entonces deben recurrir a una lógica donde la formación sirva para la vida y el trabajo.

“En la zona faltaba algo que provocara este estímulo por progresar. Los chicos vienen cuatro horas diarias, de lunes a viernes. Les gusta aprender y valorar esta oportunidad, los hace comprometerse, por eso el nivel de faltas es muy bajo”, indica Prado.

En esta escuela, el Programa arrancó el 20 de julio y se extenderá hasta el 11 de noviembre. Los beneficiarios reciben una beca mensual de mil pesos por parte de la Provincia, que funciona a modo de estímulo a fin de que se movilicen o compren aquellos materiales que creen les servirán para lo que están aprendiendo.

El docente explica que “es una oportunidad interesante de insertarse laboralmente; de hecho, ya contamos con 30 chicos que están realizando alguna experiencia en empresas”.

Vale recordar que una vez terminada la capacitación, la Provincia les otorgará un certificado que avala lo aprendido. Ese simple papel puede llegar a representar la oportunidad del cambio en sus vidas.

Aprender a aprender

Los participantes del Confiamos en Vos provienen de las denominadas zonas de población urbano marginal como Villa El Libertador, Santa Isabel, Ampliación Cabildo, Cabildo, Comercial, Viccor y Bella Vista. Y, pese a no conocerse de antemano, tienen una conexión desde el principio con el docente a cargo.

“Muchos jóvenes ya tienen hijos y nos encontramos con este problema de que no pueden venir porque no tienen con quien dejarlos. Entonces aceptamos que los traigan, aunque no está específicamente contemplada esta posibilidad. A veces son bebés de semanas, pero si no lo hiciéramos así no podrían participar”, dice Prado.

Oficios para todos

Pese a que la mayoría de los talleres están orientados a varones, las chicas no dudan a la hora de optar por aprender a soldar o a arreglar motocicletas. Por ello se logra que la distribución en cada taller esté equilibrada.

“Ellos quieren aprender y saben que el conocimiento que de aquí se lleven es una herramienta que puede cambiar sus vidas”, concluye el profesor.