La Caja mejora servicios sin aumentar gastos operativos

El objetivo básico que guía el proceso de modernización de la gestión que viene instrumentando la Caja es lograr mejoras en la cantidad y calidad de los servicios ofrecidos a beneficiarios y afiliados manteniendo los gastos de funcionamiento en un nivel acotado. En el Informe Anual 2013 se presenta información detallada y análisis exhaustivos que documentan los avances alcanzados y los beneficios que tienen asociados los cambios en los estilos de gestión.

Entre los principales logros se destaca la conformación de un sistema más eficiente de recaudación de aportes y contribuciones y de acumulación de información destinada a completar la historia laboral de los más de 180 mil afiliados; la introducción de procesos de otorgamiento de beneficios mucho más ágiles y auditados que permiten acortar tiempos y disminuir riesgos de fraude y, también muy importante, la automatización de la liquidación mensual de los más de 90 mil beneficios que paga la Caja permitiendo reducir errores.

Estos cambios se están logrando en un marco de austeridad y priorizando inversiones con un sentido estratégico. Prueba de ello es que los gastos de funcionamiento de la Caja se mantuvieron constantes en torno al 1,3% del total de erogaciones en los últimos años (ver Gráfico 1).

Grafico_1_Gastos_de_funcionamiento_segun_entidad_previsional_

En términos desagregados, el principal componente de los gastos de funcionamiento de la Caja son los sueldos del personal, los cuales representan poco menos del 80%. El remanente incluye inversiones muy importantes como la compra de un nuevo edificio, mejoras de infraestructura, tanto en la sede central como en las 22 delegaciones, y la intensa incorporación de tecnología.

Si bien no son comparables de manera directa, debido a diferencias en las registraciones contables y en el tipo y cantidad de beneficios que administran, cabe tomar como referencia que los gastos administrativos de la ANSES rondan el 2,6% del total de erogaciones. Es decir que los gastos administrativos de la Caja equivalen en términos proporcionales a la mitad de los que requiere la ANSES. Esta diferencia ya existía a mediados de la década pasada pero se incrementó considerablemente en los últimos años debido a que mientras la Caja mantuvo constante sus gastos administrativos, la ANSES experimentó un fuerte crecimiento.