El secretario de Previsión social a cargo de la Caja de Jubilaciones de la Provincia, Osvaldo Giordano, presentó en las instalaciones del Espacio Illia Córdoba un estudio respecto de la integración y calidad de vida de los adultos mayores -acompañado por el coordinador del trabajo, Enrique Amadasi-, en el que se señala que en la actualidad uno de los sectores “más excluidos de la sociedad” es precisamente el correspondiente a las personas con mayor edad.
Entre los hallazgos más destacables del estudio sobresale el “malestar psicológico” de los adultos mayores, ya que el 15,4 por ciento de la población mayor de 60 años consultada acusa niveles de infelicidad. Este porcentaje parece estar íntimamente relacionado con la sensación de soledad: el 14,8 por ciento, aunque se aclaró que “no necesariamente un fenómeno es causante del otro”.
Según describe el informe, a mayor nivel de educación los índices de felicidad y el sentirse acompañado aumentan. Los adultos mayores con secundario completo acusan un 12,1 por ciento de infelicidad contra el 17,5 por ciento de aquellos que no terminaron esta instancia educativa. La imagen se repite en la sensación de soledad, donde el segmento más instruido formalmente sufre en menor medida esta condición: el 10,1 por ciento contra el 17,4.
Otro dato que sorprende es que el 70 por ciento del universo, es decir unos 4,2 millones de adultos mayores, no practica el ejercicio físico necesario para el mantenimiento de su salud; mientras que el grado de institucionalización (internación en geriátricos o clínicas) en el país no supera el tres por ciento de los seis millones de personas mayores de 60 años que hoy viven en la Argentina. El 97 por ciento vive en hogares, lo que ubica al país en el calificativo de “familiero”.
El estudio, realizado por la Universidad Católica Argentina, a través del Observatorio de la Deuda Social con las Personas Mayores, se titula “Condiciones de vida e integración social de las personas mayores. ¿Diferentes formas de envejecer o desiguales oportunidades de lograr una vejez digna?”.
El trabajo se basa en una encuesta realizada sobre un universo de 5.700 hogares de ciudades con más de 80 mil habitantes, incluyendo al Gran Córdoba. La población de referencia está dada por las personas de 60 años y más, cuyo cifra orilla los seis millones, un segmento demográfico de crecimiento vertiginoso en los últimos 70 años, que se sextuplicó desde el censo de 1947.