Mensaje del Gobernador De la Sota a los cordobeses

Cordobeses:

Estamos viviendo juntos la mayor catástrofe climática de Córdoba de los últimos 50 años. Y juntos, con la ayuda de Dios, tenemos que encontrar la fuerza y los medios para superar esta tragedia; y en eso estamos.

Les recuerdo que desde los primeros instantes coloqué todo mi gobierno en acción permanente para atender las poblaciones de las zonas más afectadas.

Y yo mismo estoy desde el principio en el comando directo de esta operación, y en ella estaré hasta que la situación se normalice.

Esta tarde me reuní nuevamente con los intendentes de nuestra provincia, independientemente de sus vinculaciones políticas, para coordinar con todos ellos una acción aún más unificada. Ya me había reunido con los sindicatos, los empresarios, los productores agropecuarios, los rectores de nuestras universidades y los integrantes del Comipaz. Como siempre, los escuché y me ayudaron a tomar buenas decisiones.

Desgraciadamente, la naturaleza aún no permite anunciarles buenas noticias como desearía. Después de tener una gran parte de nuestro territorio duramente castigado por las tormentas, los pronósticos del Servicio Meteorológico dicen que las lluvias continuarán por algunos días más y que pueden ser muy copiosas.

Por lo tanto, precisamos tomar prevenciones para disminuir al máximo los daños que puedan ocurrir. Alerto en especial a las poblaciones ribereñas de todos los arroyos y ríos de nuestra provincia, cualquiera sea su ubicación geográfica; sierras o llanura, y a todos aquellos poblados donde ya han sufrido inundaciones.

Respeten las indicaciones de los intendentes, que son los jefes de la Defensa Civil de cada uno de sus pueblos; igualmente, las decisiones de la Policía y de los Bomberos voluntarios. Si ha llovido mucho, estén alertas, y ante un aviso de inundación, acudan rápidamente a la Municipalidad, al Cuartel de Bomberos o a la Comisaría Policial; allí serán atendidos.

Cordobeses, quiero transmitirles la tranquilidad de que estamos trabajando sin descanso. Desde el primer momento constituí el Comité de Emergencia, y quiero agradecer a todos sus integrantes el enorme esfuerzo que han puesto y ponen diariamente. Gracias a los ministros del Gabinete, a los integrantes de la Defensa Civil, la Policía, los Bomberos Voluntarios, el Ejército Argentino y la Gendarmería Nacional.

Ya se repararon las principales líneas de energía eléctrica, los acueductos, hay cientos de máquinas viales y camiones reparando los daños; asistimos con subsidios y mobiliarios a las familias damnificadas. Habrá que construir 250 viviendas que fueron destruidas y estamos brindando a las pymes dañadas, subsidios y créditos de fomento para que se recuperen.

Acabo de reunirme con la Federación de Consorcios Camineros, y hemos constituido con recursos de la Tasa Vial, un fondo adicional de 50 millones de pesos para que, ni bien bajen las aguas, reparemos la red secundaria y terciaria de caminos, para garantizar la circulación, y para que la producción láctea, y agrícola-ganadera se transporte normalmente.

También acordé con los Consorcios Canaleros la constitución de otro fondo, de 10 millones de pesos, para desobstruir los canales de los restos dejados por las crecientes.

Agradecemos la solidaridad del pueblo argentino que nos envió ayuda desde todas las provincias, y un reconocimiento muy especial a los voluntarios cordobeses, que trabajan día y noche para asistir a los damnificados; y a todos aquellos que donaron bienes para los inundados.

Gracias al periodismo y a los medios, por transmitir los dramáticos sucesos con mesura, buscando la concordia y la solución de los problemas ocasionados por la catástrofe.

Todos debemos actuar con serenidad, sabiendo que la naturaleza no es algo que podamos manejar nosotros.

De mi parte, renuevo el compromiso de estar en todo instante al frente de las operaciones, visitando, inspeccionando y asignando los recursos necesarios para atender las áreas más comprometidas. Seguiré siendo la voz que dirige a mis funcionarios y también una voz que reconforte y brinde solidaridad a las víctimas.

Continuaré acompañando a los afectados en todo momento, más cerca que nunca. Y esa solidaridad y contención no se van a terminar cuando terminen las lluvias y las aguas bajen. Al contrario. Terminadas las tormentas, vamos a redoblar el esfuerzo y la energía para reconstruir las áreas afectadas y apoyar a nuestros hermanos damnificados, ayudándolos a que puedan recomenzar sus vidas. Un apoyo que será aún más fuerte para los más pobres, que son los que más lo necesitan.

Y no vamos a permitir que el esfuerzo de toda una vida de una familia sea destruido para siempre en cuestión de minutos. Estamos juntos en esta lucha.

Que Dios nos proteja y nos bendiga a todos.