Llegó a su fin una inolvidable Semana Brocheriana

Una multitud se dio cita la mañana de este domingo en la localidad de Villa Cura Brochero, con motivo de conmemorarse los 100 años del fallecimiento del sacerdote que es emblema de renuncia y trabajo por los pobres. Si a esto se suma la reciente beatificación del “cura gaucho”, que reunió en setiembre pasado a más de 150 mil fieles, hablamos seguramente de la edición más especial de la ya tradicional Semana Brocheriana.

Con una emotiva misa celebrada desde las 10 de la mañana, y bajo un sol radiante, fieles peregrinos de todo el país se dieron cita en el predio del arzobispado para recordar a Brochero. La ceremonia fue dirigida por el titular de la Diócesis de Cruz del Eje, Monseñor Santiago Olivera, y contó con la participación de sacerdotes y altas autoridades eclesiásticas llegadas desde de distintos puntos de la Argentina.

José Manuel de la Sota participó de la ceremonia, y expresó: “Obispos y fieles de todo el país nos han acompañado hoy en la alegría de saber que tuvimos un cordobés como este cura gaucho, que tanto luchó por los pobres y por todo Traslasierra, y que ha merecido elogios maravillosos del Papa Francisco, quien planteó que hay que imitar en todo a este beato que tanto hizo por la gente humilde”.

De la Sota mencionó también los trabajos que la Provincia lleva a cabo en la localidad con motivo del crecimiento de Villa Cura Brochero en tanto destino turístico religioso.

“Se ha trabajado en toda la zona histórica, la Catedral, la plaza. Ni bien termine la temporada de verano, en marzo, comenzaremos con el soterramiento en ductos de todos los cables de electricidad, teléfono, para que el cielo de Brochero quede limpio de polución visual, y devolverle a la localidad el encanto que tenía cuando se fundó”, dijo el gobernador.

Una semana muy particular

De este modo culminó la Semana Brocheriana del 2014, que quedará grabada en la memoria de los fieles por ser la primera luego de la beatificación de José Gabriel del Rosario Brochero.

Nacido en marzo de 1840 en Santa Rosa de Río Primero, el Cura Gaucho desarrolló el grueso de su obra social y religiosa en Villa Cura Brochero, llamada entonces Villa del Tránsito.

 

Después de colaborar en el socorro de los enfermos y moribundos de la epidemia de cólera que azotó a la ciudad de Córdoba en 1867, se hizo cargo del curato de San Alberto, actualmente conocido como el Valle de Traslasierra.

En ese lugar edificó la “Casa de Ejercicios Espirituales de Traslasierra”, por la que pasaron 70 mil fieles, y emprendió la organización de los vecinos de la zona para construir el Camino de las Altas Cumbres, que unió a la zona con la ciudad de Córdoba, en un recorrido de 200 kilómetros cruzado por imponentes y bellos puentes de piedra. De esa forma, una vastísima región de la provincia, con una acentuada identidad cultural, pudo emerger del abandono y el aislamiento.

Su labor englobó la asistencia social y la construcción de escuelas y caminos. También edificó las iglesias de San Pedro, Villa de Tránsito, San Vicente, Las Rosas, Ciénaga de Allende, Nono y Panaholma. Infinidad de veces cruzó, a lomo de mula y con su tradicional poncho, el escabroso camino de las Altas Cumbres.

Murió a los 73 años, enfermo de lepra. Fue sepultado en la capilla de la Casa de Ejercicios, donde una inscripción en la losa, blanca y simple, señala: “Perseverans atque victor (Perseverante y victorioso). Apóstol de la religión y del trabajo, de la unión y de la paz”.