La Unesco dio a conocer las conclusiones de un estudio en 15 países de la región, incluido Argentina, que mide los logros en aprendizaje de estudiantes de la primaria en tercer y sexto grado en matemática, lenguaje y ciencias naturales.
El trabajo, que fue presentando ayer en Santiago de Chile, se denomina Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce) e indaga en los logros de aprendizaje y sus factores asociados.
Para el ministro de Educación de la provincia, Walter Grahovac, esta investigación “muestra que en Argentina la escuela efectivamente genera procesos de igualación de oportunidades en las personas”.
En ese sentido, Grahovac puntualizó que uno de los aspectos que pone en evidencia el estudio es el desempeño de los chicos de sexto grado, de escuelas privadas y públicas, es parejo.
“En tercer grado los chicos de las escuela privadas tienen mejor rendimiento en lectura que los de escuelas públicas. Pero en sexto grado, el informe sostiene que los estudiantes tienen igual rendimiento, lo cual indica que la escuela produce efecto, porque logró que los chicos puedan llegar con rendimientos similares”, ejemplificó el ministro.
Tales diferencias de rendimiento se basan fundamentalmente en diferencias en el capital socio-cultural que inciden en el proceso de alfabetización y de escritura. “Pero el dato que muestra que en sexto grado llegan igualados pone en evidencia el esfuerzo que hacen los docentes para igualar las condiciones”, remarcó.
De todos modos, en matemática y ciencias naturales no se verificaron mayores disparidades en instituciones públicas y privadas. Lo que se explicaría en el hecho de que “estos son saberes que se transmiten en la escuela; no son las diferencias sociales las que marcan las capacidades de los chicos, sino el acceso a la cultura, lo que muestra que la escuela produce un efecto con independencia de la condición social de los estudiantes,” agregó el funcionario.
El estudio revela que la Argentina registra un promedio superior al de los países de la región en matemática y escritura, en tercer y sexto grado del nivel primario. En cuanto a lectura y ciencia naturales, el país mantiene rendimientos igual que la media.
También profundiza en los factores socio culturales asociados al aprendizaje. En este punto, el trabajo rescata la importancia del acompañamiento de los padres en el proceso de escolarización, ya que mejora el desempeño de los estudiantes. Que los papás revisen las tareas, alienten a sus hijos y sepan sus calificaciones, por ejemplo, tiene un impacto positivo en el rendimiento de los estudiantes.
En otro párrafo, el estudio pone en evidencia que el hecho que un niño repita de grado no garantiza que mejore su aprendizaje. Por el contrario, la situación escolar de un repitente es probable que esté asociada a “problemas de estigmatización, motivación y de ambiente en el aula que dificulten el desempeño”, sostiene el informe.
Consultado al respecto, Grahovac recordó que en Córdoba se implementa desde 2012 la unidad pedagógica que evita la repitencia en primer y segundo grado, en las escuelas públicas y privadas. “Los resultados son muy buenos porque a esa edad el estado madurativo de los chicos y la influencia parental y social hace que tengan distintos ritmos y hay que darles un tiempo. Que un chico repita, a esa edad, genera un estigma innecesario”, dijo.
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