“Esta situación alteró la vida de seres humanos y ahora hay que, entre otras cosas, reconstruir la fortaleza individual de las personas y nuestros docentes deben estar preparados para un mensaje frente a la catástrofe. Será una gran contribución para edificar fortalezas en nuestros alumnos”, expresó el ministro de Educación Walter Grahovac en relación al estado en el que se encuentra la comunidad educativa de Sierras Chicas.
Ante la consulta de medios periodísticos este mediodía en el Centro Cívico, el funcionario destacó que, salvo las instituciones Juana Manso y 17 de Agosto de Villa Allende que fueron las más castigadas por la inundación, el resto de las escuelas no tienen daños estructurales. “Se está trabajando en la limpieza porque en muchas ingresó barro, en principio van a estar en condiciones para que las podamos habilitar para el dictado de clases el próximo 2 de marzo”, indicó.
Asimismo, equipos técnicos del ministerio de Educación en conjunto con profesionales de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, de la Universidad Católica, y del área de infancia de Desarrollo Social están evaluando cada escuela para abordar con los docentes la dimensión de lo acontecido para poder, además de contener, trabajarlo con los alumnos en el aula.
“Que haya clases es un síntoma de devolver normalidad, genera un espacio de cuidado, un lugar donde nosotros podemos intervenir positivamente en la vida de quien ha estado sufriendo una mala situación. Lo que no podemos hacer es forzarlo por eso dijimos que en cada localidad y en cada escuela se evalúen las situaciones particulares”, concluyó el ministro.