La Provincia participó en el acto aniversario del atentado a la AMIA

Autoridades provinciales, municipales, legislativas y representantes de organizaciones de la vida civil cordobesa, junto a miembros de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), encabezaron este mediodía el acto aniversario del ataque a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ocurrido en la mañana del 18 de julio de 1994, en la ciudad de Buenos Aires.

Antes del inicio del acto, el titular de la DAIA, filial Córdoba, Luis Klinger, recordó: “Fue un 18 de julio, lunes como hoy, en un frío invierno de la ciudad de Buenos Aires, en donde empezó esta historia que hoy evocamos y que, lamentablemente, aún sostenemos el reclamo de Justicia que, a 22 años, todavía no llega”.

Klinger aseguró además, que el atentado fue “indudablemente contra la Argentina, contra su sociedad y su soberanía, y en ese sentido el acto de recordación y el reclamo de justicia es de todos los sectores de la sociedad”.

También destacó que el objetivo puntual del acto es revalorizar el permanente desafío que la sociedad tiene con las futuras generaciones para seguir educando y que, entre todos, rescatemos los valores de justicia.

“Tenemos que mantener viva la memoria para que las generaciones que no vivieron el atentado sepan que pasó y puedan revertir procesos de esas características. Por eso también nuestra invitación a este acto al ministro Grahovac quien, desde que inició su gestión mucho tiempo atrás, ha demostrado su compromiso con estos temas y valores a rescatar”, concluyó Klinger.

La ceremonia incluyó también el encendido de una llama eterna por las autoridades presentes, la colocación de 85 piedras en un recipiente de vidrio y una oración realizada por los integrantes del COMIPAZ, además de la lectura de una carta enviada por el gobernador Juan Schiaretti, todo en memoria de las víctimas.

En su escrito el mandatario provincial señaló que el día de hoy es una jornada de luto y dolor para el país. «De luto, porque este cobarde y vil ataque no fue sólo contra la comunidad judía, sino contra todos los argentinos, sin importar el credo religioso. Y dolor, porque estos crímenes aún están impunes y merecen justicia. Sin justicia, sin condena, sin cárcel para los asesinos, el dolor no termina y jamás podrá cerrarse esta herida».

En su carta, Schiaretti señaló que la decisión del actual Gobierno nacional de derogar el memorándum de entendimiento con Irán «es un paso adelante, que debe complementarse con la sanción de la ley de juicio en ausencia, y así juzgar a los iraníes involucrados en este atentado».

Por su parte, el ministro Walter Grahovac, previo a su discurso, consideró que a la memoria hay que construirla, no sólo sobre la base del recuerdo de un atentado, sino desde ese momento doloroso para la comunidad judía y para todos los argentinos, ya que fue un ataque a nuestro país, a compatriotas.

“Desde ese dolor, que también es el dolor de las Madres de Plaza de Mayo, de las familias de las victimas de la Embajada de Israel, de aquellos que son víctimas de violencia de género, de tratas de personas y de explotación infantil, tenemos que construir una memoria que nos permita trabajar la cultura de la paz y de la vida. Por eso, para la educación esto es más que importante y significativo, y desde ese lugar tenemos que apostar a que las nuevas generaciones puedan hacer con este legado de dolor una construcción de esperanza y de paz”, concluyó.

De las actividades organizadas a 22 años del atentado, en donde hubo 85 fallecidos y unos 300 heridos, participaron, además, los ministros de Gobierno, Juan Carlos Massei; y de Ciencia y Tecnología, Walter Robledo.

También estuvieron presentes el secretario de Participación Ciudadana y Desarrollo Social de la Municipalidad de Córdoba, Javier Bee Sellares; por la Justicia Federal, Luis Roberto Rueda e Ignacio Vélez Funes; y representado a la Justicia provincial, el vocal del Tribunal Superior, Luis Rubio y funcionarios del gabinete del Ministerio de Educación provincial. Además asistieron, el Arzobispo de Córdoba, Monseñor Carlos Ñañez, el Rabino Marcelo Polakoff y demás miembros del COMIPAZ.