La granja escolar que produce alimentos orgánicos

Además de ir a clases de lunes a viernes, los fines de semana alumnos de los últimos años del Ipem 109 de La Higuera dedican parte de su tiempo libre al mantenimiento de la huerta y a dar alimento a las gallinas de la granja escolar durante.

«En la materia ‘Producción animal’ trabajamos todo lo que es el sector granja. Ahora nos estamos especializando en la cría de gallinas ponedoras y pollos parrilleros, no solo para la producción de huevos sino para la elaboración de carne”, cuenta Milton Castañares, que cursa el quinto año.

Por estos días los alumnos están cosechando acelga, lechuga y zanahoria de la huerta. Milton explica que venden lo producido a los vecinos del pueblo, y con lo recaudado compran materiales para mantener la granja y alimentos para las aves.

La escuela secundaria de La Higuera (departamento Cruz del Eje), a 178 kilómetros de la capital provincial, ofrece la especialidad agro técnica. Desde hace algunos años cuenta con granja y huerta escolar.

El proyecto escolar promueve la producción de comestibles sin fertilizantes químicos. “Trabajamos la tierra con abono orgánico, como desechos de verdura y guano, para preparar algo totalmente natural. La idea es producir alimentos más sanos”, señala Gloria Guzmán, alumna de quinto.

El establecimiento se sumó el programa Córdoba Mi Granja presentado el martes pasado por el gobernador José Manuel de la Sota, que está destinado a promover la producción familiar y sustentable de alimentos para el autoconsumo, en la zona del noroeste provincial.

El programa contempla la capacitación, asistencia técnica y el acompañamiento en la ejecución de los proyectos. También incluye la provisión de insumo y materiales para la producción de hortalizas, frutas, aromáticas, carne de pollos y huevos de gallina.

“Con este proyecto no sólo vamos a recibir ayuda para mantener la producción sino también para la infraestructura. Hemos tenido pérdidas debido a que la infraestructura es precaria, así que (el programa) es muy beneficioso para la escuela y esperamos poder aprovecharlo al máximo”, dice Carolina Álvarez, vicedirectora del Ipem.

“Para la zona –continúa- es importante rescatar la tierra y la producción. Comenzar a trabajar nuestra tierra para producir nuevamente, porque es algo que estábamos olvidando. Hemos sustituido lo que da nuestra tierra y comenzamos a comprar afuera, cuando podríamos obtenerlo de la propia producción”.

Álvarez reivindica el papel de la escuela para sensibilizar sobre estas problemáticas. “Los chicos tiene conciencia sobre esto, pero que queda un camino que recorrer, sobre todo en lo cultural”. De todos modos, la docente está convencida que este es un tema que compete a toda la comunidad, que debe contribuir y colaborar para recuperar estas prácticas.