Rodrigo Londero, un luchador incansable

Miriam Cecilia Federico, la responsable de la tutoría pedagógica del programa “Formando en el Ring”, lo asegura sin rodeos: “Es el alumno soñado”. “La Ceci”, como la llaman los jóvenes que cursan el secundario en el Centro Rafael Núñez, habla de Rodrigo Londero, el lateral de 19 años que de promesa empieza a convertirse en realidad en Racing de Nueva Italia: durante esta temporada, repitió el título que logró en 2014 con la Reserva, logró el ascenso con la primera local, y desde hace casi dos meses forma parte del plantel superior de Primera.

El progreso deportivo tuvo su costo. Los entrenamientos matinales trajeron consigo ausentes y complicaron la agenda escolar. “Iba a la escuela Dr. Alejo Carmen Guzmán (Ipem 152), que está pegada a la que voy ahora, y compartíamos el patio en las horas de Educación Física. Así conocí a ‘Ceci’, cruzamos algunas palabras, y le conté que tenía que cambiarme de colegio por el fútbol. Entonces me contó de esta posibilidad y me metí”, afirma el lateral izquierdo.

“Encierra la ética del adolescente que uno quiere tener cerca”, agrega la docente sobre Rodrigo, y explica: “El deporte es una elección de vida, pero tenés que tener en cuenta qué pasa en el periodo en el que ya no podés vivir del deporte. Rodrigo es un apasionado por el fútbol, pero es consciente de que esa no es la llave para abrir todas las puertas del futuro. Vino y nos dijo: ‘No quiero quedarme solo con la pelota. Amo el fútbol pero, ¿si me pasa algo?”.

Como en la cancha, Londero se devoró los apuntes. Tres módulos y medio, que equivalen a ocho materias. Eso le falta para obtener su título. “Este año lo termino”, asegura, optimista, el hijo de Hugo y Viviana, taxista y empleada inmobiliaria, respectivamente.

Aunque sueña con “triunfar, poder crecer, llegar, ser alguien importante” en el fútbol, el jugador “académico” se prepara para ingresar al mercado laboral. “Hice el curso del ‘Confiamos en Vos’ que dictaron a tres cuadras de la cancha de Racing, en el Centro Vecinal de Barrio Parque Monte Cristo. Me anoté, salí sorteado, presenté un currículum y quedé en el vivero más grande de Córdoba, un mayorista. Arranco el lunes, estoy chocho. Voy a poder entrenarme, estudiar y trabajar al mismo tiempo”, cerró.