Córdoba será protagonista del shock de inversiones

Más allá de quien gane las elecciones nacionales, el recambio presidencial traerá nuevos aires a la economía, dando lugar al nacimiento de un nuevo ciclo. En esto parecen coincidir los economistas, aunque existen diferencias entre los más pesimistas y los más optimistas respecto al futuro del país y sus posibilidades de desarrollo.

En el último grupo se encuentra Marco Lavagna, director de Ecolatina e hijo del ex ministro de Economía de la Nación, Roberto Lavagna. Para el joven economista 2016 será un año bisagra, en el que el próximo gobierno deberá instrumentar las correcciones necesarias para recuperar la senda de crecimiento. De concretarse, y siempre que el contexto internacional ayude, en 2017 la economía del país podría comenzar a recuperar el dinamismo, posicionándose nuevamente como un atractivo para las inversiones. En este marco, Lavagna sostiene que Córdoba jugará un rol central, poniendo a prueba todo su potencial agroindustrial.

El economista fue uno de los oradores principales en el 38 aniversario de Fundación Mediterránea.

-¿Qué se espera para la economía en 2016?

-Lo primero que hay que decir pensando en 2016 y la economía es que el próximo gobierno deberá tener una decisión política muy fuerte y un equipo técnico muy sólido que sea capaz de hacer todas las correcciones necesarias y que no se vea tentado a seguir aplicando parches que, en definitiva, terminan complicando cada vez más la vida de la gente.

-¿Cuáles sería estas correcciones a realizar?

-Para comenzar a hablar de las correcciones a realizar en el plano económico, lo primero que hay que hacer es encarar una reforma de índole institucional. Cualquier programa económico que se quiera llevar adelante no tendrá éxito si primero no recupera la confianza en las instituciones, lo cual implica, entre otras cosas, dotar de confianza a las instituciones,  establecer reglas claras y defender la independencia de poderes.

-¿Qué objetivos principales debería tener el plan económico que encare el próximo gobierno?

-La promoción de inversiones, para lo cual es necesario desarmar algunos problemas que tiene la económica, como el cepo cambiario y la alta presión impositiva. Luego de ello, habría que desarrollar políticas a más largo plazo para aprovechar el potencial que tiene el país que hoy no estamos aprovechando.

-¿Cuáles son los principales problemas económicos hoy?

-El gran problema es la alta inflación, puesto que destruye la matriz productiva, golpeando principalmente al sector Pyme que es el principal generador de puestos de trabajo. La inflación también pega fuerte a los sectores sociales de menos recursos, generando más pobreza, que es otro de los temas urgentes a resolver por el próximo gobierno. En definitiva, lo que debería hacer el gobierno que asuma el 10 de diciembre es reducir la inflación para incentivar la producción y la generación de puestos de trabajo, incluyendo en el mercado laboral a los que hoy están en situación de pobreza.

-¿Hubo un verdadero shock industrial en la última década?

– Hay que marcar una distinción entre dos periodos. Hasta 2011 el sector industrial creció, pero a partir de entonces dejó de hacerlo, se estancó. Hoy, tenemos el mismo PBI per cápita que teníamos en 2011, el mismo nivel de pobreza y la inflación sigue subiendo.

-¿Cuánto tiempo se necesita para poner freno a la inflación?

-En tres años es posible frenar la suba inflacionaria y llevarla a un 5 por ciento anual que sería un nivel aceptable para una economía como la argentina.

-En este mismo ámbito, el gobernador José Manuel De la Sota se refirió a la necesidad de que el país reciba un shock de inversiones. ¿Es factible?

– Es factible, aunque, por supuesto, no en todos los sectores por igual. Hay sectores que van a reaccionar más rápido y otros más lentos. Por ejemplo, el sector agrícola es uno de los que podría recuperarse rápidamente si el próximo presidente, sea quien sea, da señales muy claras de que el campo es un socio estratégico para el desarrollo de la economía argentina. Junto al campo, otros sectores como el energético, el minero, y algunas ramas de la industria tienen capacidad de reacción rápida si reciben las señales correctas.

-De la Sota también habló sobre la necesidad de impulsar un consenso entre todos los sectores para poder llevar a cabo las reformas necesarias que necesita la economía, ¿comparte esta mirada?

-Por supuesto. Es necesario un diálogo sincero entre todos los sectores para poder concretar las reformas que hacen falta para poder desarrollar el gran potencial que tenemos como país.

-¿Cree que luego del recambio presidencial se concretarán los proyectos de inversión postergados?

– Es cierto que hay inversiones postergadas, lo que no significa que van a llover las inversiones por el solo hecho de que asuma un nuevo gobierno. Quien resulte electo como presidente deberá dar señales muy claras desde el primer día para recuperar la confianza en las instituciones, señales sobre cuál será el rumbo de la economía en los próximos años. Si esto sucede, el país recibirá inversiones y en este contexto Córdoba, con su gran potencial agroindustrial, será protagonista.