“Yo ando en skate por amor”

Tiene 28 años y creció en el barrio Argüello de la ciudad de Córdoba. Se llama Nicolás Pereyra, pero es más conocido como el “profe Nico” entre los chicos que asisten a sus clases de skate en la pista pública construida por el gobierno de la Provincia en el Parque Sarmiento y a quienes tres veces a la semana transmite su amor por este deporte.

La Escuelita de Skate surgió de una iniciativa conjunta entre la Agencia Córdoba Joven conducida por Franco Miranda y la Asociación Cordobesa de Skateboarding, entidad que además colaboró en el diseño del imponente Skatepark ubicado en la zona del Rosedal del principal pulmón verde de la ciudad. De allí surgió la propuesta para que Nico fuera el encargado de enseñarles a manejar la tabla a los nenes de forma totalmente gratuita.

También para los mayores es toda una experiencia asistir a las clases en la pista inaugurado hace ya un año y ver el respeto, el cariño y la empatía que una persona tan joven como el profe es capaz de establecer con grupos de alumnos de diferentes edades a partir de los cinco años.

“Empezamos con la etapa en que los chicos aprenden a andar. Todos quieren tirarse de las rampas antes de saber subirse a la tabla, pero primero tienen que crear una idea de equilibrio, saber pararse, y recién después aprender a saltar”, dice Nico.

La escuelita funciona los días martes y jueves de 17 a 19 y los sábados de 11 a 13 horas. El único requisito de inscripción es presentarte en la pista con una copia del DNI del alumno y completar una ficha que los mayores pueden llenar en el momento.

Incluso para los aspirantes a skaters que no tengan tablas, la Agencia Córdoba Joven dispone de un depósito en el lugar donde se guardan patinetas y cascos para prestar, así como herramientas e insumos.

Vocación de transmitir

“Siempre tuve un buen contacto con los chicos, me encanta enseñarles y explicarles, que es una posibilidad que yo no tuve”, explica Nico, quien comenzó en el skateboarding de manera autodidacta hace más de 15 años.

En sus clases el profe busca crear la conciencia del respeto entre compañeros. “En el skate sirve mucho que alguien con un poco de experiencia te diga qué está bueno aprender y qué no está bueno hacer, para que los chicos sepan cuidarse ellos mismos y a los demás. Como es un deporte extremo, siempre se corre un riesgo y puede haber lesiones”.

Todo empezó cuando sus padres le dieron a elegir entre una patineta o una bici si pasaba de año sin llevarse materias. Prefirió la tabla porque en un canal de tele habían empezado a aparecer los primeros deportes alternativos.

A un pibe de su barrio le regalaron una revista que se llamaba “La buena bocha”, que se hacía en Córdoba y en la que aparecían fotos de skaters en el Parque de las Naciones. En ese momento era el único lugar público donde se practicaba.

“Era toda gente de aquí que sigue andando hasta el día de hoy”, cuenta Nico y recuerda que insistió hasta que consiguió que su papá lo llevara. A partir de entonces, en verano, llegaba al parque de zona norte muy temprano por la mañana y se iba de noche, luego de horas y horas de practicar.

Como premio a esa constancia comenzó a irle bien en los primeros campeonatos, hasta que fue él quien empezó a aparecer en publicaciones especializadas.

Aunque tiene un empleo por fuera del skateboarding, Nico pasa la mayor parte del tiempo sobre la tabla no sólo enseñando sino también haciendo fotos o videos para las marcas que lo patrocinan. “Lo hago más por placer que como una obligación o un trabajo, no por querer ser el mejor ni por ganar más plata. Yo ando en skate por amor”.

“Yo creo que uno es skater no cuando anda en un tabla, sino cuando no se puede bajar”, resume.

La actualidad del deporte

Si bien no fue hace muchos años, cuando Nico comenzó las destrezas del skate circulaban entre los interesados a través de unas pocas revistas o por algún casette VHS nacional o llegado del extranjero.

“Hoy, en cambio, estás a un click de ver cómo hacer una prueba, y además aquí en Córdoba tenemos esta pista. Es una suerte poder patinar en este lugar hecho por gente que sabe de la materia, cien por ciento para la práctica”, opina.

En un deporte amateur que de a poco se está profesionalizando, sus patrocinadores facilitaron hace poco que Nico viajara a Europa para actividades de promoción. Nico, que nunca había viajado en avión ni salido del país, aprovechó la posibilidad.

“Barcelona y Madrid son cunas del skate mundial; la arquitectura de las calles parece hecha para las tablas. Las marcas son más reconocidas si sus corredores o sus equipos hacen destrezas o trucos allá. Es una linda sensación estar andando en lugares que toda la vida viste por videos o fotos”, concluye.