Básquet: Las Panteras de Tío Pujio

Son de Tío Pujiopero a la vez no. En los últimos dos campeonatos en los que participaron, “Las Panteras” se enfrentaron a la U de Córdoba: ambas (en el Argentino de Clubes y en el Provincial) en la final. El equipo clasificó, logró llegar a los Evita, pero algunas de las chicas del conjunto original no pudieron estar presentes: el equipo estaba incompleto, pero no por eso se iban a perder la oportunidad de estar en estas finales.

Entonces, el equipo que hasta ahora fue su rival, ayudó a completar el plantel, y todas se pusieron la misma camiseta. Así, llegaron a estos juegos: siendo rivales, no enemigas. Demostrando el verdadero espíritu deportivo que tienen, dando el ejemplo con valores y actitudes que sin duda, merecen ser remarcados, porque esos pequeños gestos son los que demuestran que no todo está perdido.

“Para nosotros es algo único, si bien es una vez al año es una competencia donde en el lapso de 5 días hay partidos intensos, las chicas están felices de estar acá. Se conocen con gente de las otras provincias y se reencuentran con amigos que han hecho anteriormente”, cuenta la entrenadora Analía Rossi.

De regreso al hotel, Analía relató junto a su ayudante, el golpe que las chicas sufrieron en marzo de este año, cuando Diego Mutilengo, quien formó la escuela municipal, falleció a causa de una repentina enfermedad. Para ellas, estos juegos son especiales.

Lo que el profe “chuncho” nunca imaginó es que todo lo que sembró en estos años, finalmente comienza a dar sus frutos y ese es su logro más grande. Todo el equipo, incluyendo a la nueva entrenadora, permanentemente lo recuerdan. “Yo estoy tratando de continuar y seguir un proyecto que el presentó Diego en la Municipalidad, porque tenemos nenas desde 4 años hasta chicas de 30, así que tenemos una estrellita arriba que nos guía permanentemente”.

¿El resultado de un partido? Es lo que menos importa. Muchas de ellas es la primera vez que están en Mar del Plata, otras ven esta oportunidad como una forma de sanar alguna herida, de tapar el vacío que su entrenador dejó y de seguir adelante haciendo lo que les gusta: deporte.

El equipo cordobés está formado por jugadoras de Municipal de Tío Pujio, del Club Universitario de Córdoba y Chañares de James Craik. Todas llevan puesta la camiseta de Tío Pujio, con mucho orgullo, y con una pelota de básquet en forma de corazón dibujada en el pecho. Debajo, casi de forma redundante, rezan cuatro palabras: “La banda de Chuncho”.