El 25 de mayo del año pasado Rocío Comba consiguió la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Fue en su Río Tercero natal, en el segundo Gran Prix de la Asociación Atlética del Valle, cuando su lanzamiento de disco a 61.84 metros de distancia logró el ansiado objetivo.
Rocío, quien entrena a contrarreloj, pasó por el Estadio Kempes y aprovechó las instalaciones. Como habitualmente lo hace, la riotercerense realizó ejercicios por demás exigentes en el gimnasio y también hizo su chequeo mensual en los consultorios médicos del Centro de Alto Rendimiento Deportivo.
La líder argentina en lanzamiento de disco ya participó en dos ediciones, y sabe la importancia que tiene un Juego Olímpico. Sin embargo, prefiere tomarlo con tranquilidad: «La verdad es que yo entreno siempre igual. Obviamente que hay mayor expectativa en uno y hasta más adrenalina en cada entrenamiento, pero trato de tomarlo como un año más de trabajo. Pero sí, la fiebre olímpica nos atrapa a todos».
Asimismo, la atleta que en agosto lanzará en el histórico Estadio Maracaná, está confiada con el nivel que mantiene a meses de la competencia. «La verdad es que el año pasado no llegué a estar tan bien en los Juegos Panamericanos en Toronto como lo estoy ahora. Estamos entrenando a full y tengo un par de competencias antes, pero calculamos llegar de la mejor manera a Río», dijo.
Río será el tercer Juego Olímpico para Rocío tras participar en Beijing y Londres.