Se abre un nuevo espacio en el Museo Sobremonte

El viernes, a las 19, se reabrirá un espacio de alta significación patrimonial e histórica para la Provincia de Córdoba. Este espacio está ubicado en el Museo Histórico Marqués de Sobremonte -Rosario de Santa Fe 218- y se lo conoce como «Las Habitaciones de Esclavos».

La puesta en valor de este lugar coincide con una charla sobre el libro Córdoba Morena, a cargo de su autor Marcos Carrizo. El libro ofrece información sustancial para conocer y comprender nuestras raíces afro-indígenas, así mismo es una oportunidad para conversar con su realizador e indagar nuestro pasado en común.

Las Habitaciones de Esclavos son tres. Este espacio intenta recrear el mundo cotidiano que rodeaba al colectivo de esclavos dentro de la casona del período Colonial, que hoy se conserva en la esquina de Rosario de Santa Fé e Ituzaingó, en el centro histórico de la ciudad de Córdoba. Utensilios de cocina, un rústico mobiliario, herramientas de trabajo e instrumentos de uso regular en los siglos XVIII y XIX, están exhibidos como parte de la puesta en valor.

La presencia de personas sometidas a la esclavitud habitaba esta residencia tiempo antes de la llegada del Marqués de Sobremonte. El marqués llegó a este punto de los dominios españoles en América en el año 1784, para asumir como Gobernador Intendente de Córdoba del Tucumán. El propietario de la casa era José Rodríguez, un rico comerciante cordobés, que le alquiló la vivienda al marqués de Sobremonte, cuya obra de gobierno influyó notablemente en la fisonomía de aquella Córdoba doctoral y pastoril.

En 1785, Sobremonte mandó a hacer un censo para recoger datos sobre los habitantes de Córdoba y campaña. Producto de ello, hoy se conoce la cuenta de esclavos que servía en la casa de José Rodríguez, eran: “José, negro de 50 años; Anselmo, mulato de 20 años; Marcos, Mulato de 12 años; Lucrecia, negra de 50 años;María Juana, mulata de 30 años; María de los Santos, de 16 años;Juliana, negra de 15 años; Petrona, negra de 12 años; y José negro de 14 años”.

Por aquel entonces, las artes manuales y los oficios tenían un valor fundamental en la vida cotidiana, y actividades como la albañilería, la herrería, y la carpintería eran labores usualmente realizadas por la población de esclavos.