Lurry Bell, un bluesman con mayúsculas

“Esta noche, es una noche de blues”, dijo Lurry Bell apenas pisó el escenario de la Ciudad de la Artes. Segundos después comenzó a fluir eso que alguna vez el guitarrista y vocalista de Chicago definió como “sentimiento puro”, que no es otra cosa que la interpretación del blues en su máxima expresión.

Durante cerca de hora y media, Bell hizo delirar al público que colmó el auditorio de la calle Richieri. En su debut en tierras cordobesas, el bluesman tocó junto a Cesar Valdimir (armónica) y su banda The bluemidnight, y el notable baterista Black Amaya.

El concierto se dividió en tres sets. El primero, a cargo de Bell y compañía. Luego, le tocó el turno al momento acústico, para muchos uno de los capítulos sobresalientes del show; en el escenario se dispusieron dos sillas, una mesa, sobre ella una botella y dos vasos. El de Chicago y Valdimir comenzaron a tocar y cantar para los amigos, o al menos esa es la sensación que copó la noche en la Ciudad de las Artes.

Llegando al final del encuentro, se despacharon con otros temas electrónicos y allí fue cuando Bell se tropezó con un bafle de retorno y con la sonrisa de disfrute que no se le fue en toda la noche, siguió tocando y cantando sentado y luego se acostó, recostado siguió y siguió hasta que terminar el tema.

Y se despidió con un público de pie y pidiéndole bis. Se nota que toca, canta y respira blues. Y eso es lo que transmitió y compartió en escena.