Literatura para chicos es cosa de grandes

De tamaño pequeño son, pero grandes a la hora de escribir e ilustrar o ambas cosas. Esta nueva “especie” como los definió la presentadora de la mesa que reunió a grandes de la literatura infantil, María Teresa Andruetto, Pablo Bernasconi y Istvansch que se hizo en la Capilla del Buen Pastor esta mañana. Cada uno desde su lugar hicieron un aporte importantísimo a la literatura infantil. Rompieron moldes y estructuras. Lograron instalarse no solo en Argentina, tal el caso de María Teresa Andruetto que ganó el premio más importante de la literatura infantil, christian Andersen. Sino también en el mundo.

Ante la pregunta recurrente si escritor se nace o se hace, tanto Bernasconi como Isvan reconocieron que desde muy chicos escriben y a la vez crean y construyen historias que luego las plasman en albunes o libros.

Los dos ilustradores y escritores contaron que la formación se la deben a la familia, en el caso del ilustrador del papel y la tijera, su casa estaba repleta de libros:  » las bibliotecas eran inmensas y al alcance de todos», confiesa Istvansch . “No había censura”, asegura.

En el caso de Pablo Bernasconi, todos sus trabajos están atravesados por el método científico: la investigación. “mis papás son científicos”, dice Bernasconi. Es el modo de explicar su manera de abordar los libros que construye. Dos meses le llevó visitar a los cinco zapateros que trabajan en Bariloche para poder darle cuerpo a las ilustraciones que formaron parte del libro “Zapatero Pequeñito” que realizó para el cuento de María Teresa Andruetto.

En la charla que se realizó esta mañana en la capilla del Paseo del Buen Pastor participaban libreros, educadores, periodistas, escritores e ilustradores. No hizo falta presentación, ya todos los conocían, si se contó antes de dar comienzo a la charla, como se elige el premio más importante de la literatura infantil: el Christian Andersen ; las características de este galardón es que además de contar historias bonitas y hechas con calidad, según los parámetros del jurado, debe el escritor o ilustrador tener cierto compromiso social. Tal es el caso de María Teresa Andruetto.

Los tres creadores de la literatura infantil coinciden en que la construcción de libros para chicos es cuestión de grandes. Lleva trabajo, investigación y mucho compromiso. Unos eligen la tijera y el papel, otros la palabra y otros las grandes invenciones, pero todos piensan en que quien recibe sus obras debe sorprenderse y enriquecerse. Aseguran como dice el escritor Chejov que “todo lo que se escribe debe poder verse”.

Estos creadores echan mano de lo que mejor combinan: Bernasconi utiliza el collage, “utilizo todo lo que puedo”, y agrega: “lo que haga justicia a la idea”. Para Istvansch lo principal que utiliza para la elaboración de sus historias son la tijera y el papel, en realidad , dice: “uso lo que necesite el libro”.

El encuentro terminó y quedó rodando la idea de que para hacer libros de chicos hay que ser grandes.