La obra “Derechos torcidos”, ovacionada en el Cervantes

“Yo no soy mejor que nadie…. y nadie es mejor que yo” dice la canción de la versión cordobesa de “Derechos Torcidos” que coronó todo un año de éxitos, en el Teatro Nacional Cervantes.

Más de 400 espectadores ovacionaron de pie a estos niños y adolescentes de Villa Libertador, que junto a Giovanni Quiroga, actor de la Comedia Cordobesa, proclamaron los derechos de la niñez en Buenos Aires.

El Teatro Nacional Cervantes, escenario de grandes artistas de la escena nacional, se hizo eco de esta versión ideada y producida por el Teatro Real que combinó arte, educación e integración social, donde aquellos que la protagonizaron fueron transformados y a su vez compartieron esa transformación con los demás.

Todo comenzó en marzo del 2011, cuando el Teatro Real abrió sus puertas a este proyecto inédito y transformador que incluyó distintos actores sociales. El legado de Hugo Midón, “Derechos Torcidos”, fue la obra que dio vida a esta propuesta a la que se sumaron Carlos Gianni en la dirección musical y a Rubén Segal en la dirección general.

Una experiencia inédita protagonizada por 14 niños de esta barriada popular ubicada en el sur de la ciudad de Córdoba, e integrarlos al equipo profesional del Teatro Real. Y transformadora no sólo para los niños -que por primera vez entraban a un teatro junto a sus padres, sino también para los directores, artistas, técnicos, maquilladoras y vestuaristas que participaron durante mas de seis meses de este proceso que fue mucho mas allá de lo artístico y profesional. Este proyecto originalmente llegaba hasta la fecha de estreno, en setiembre de 2011; pero superó ampliamente esta expectativa.

Estuvieron en tres festivales internacionales: el Festival Internacional de Teatro Mercosur, Córdoba 2011, el Festival Internacional de Teatro de la Integración y el Reconocimiento, Formosa 2012 y el Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes, Córdoba 2012.

A más de un año de su estreno en el Teatro Real, estos niños estuvieron con otros actores –muchos de ellos nacionales e internacionales- , viajaron por el interior de Córdoba y estuvieron en otras provincias como Catamarca, Formosa y Mendoza; en el camino cosecharon premios nacionales, excelentes críticas de la prensa y emotivas respuestas del público en cada una de sus presentaciones en distintos escenarios.

Sin duda, estos catorce niños por entonces, hoy preadolescentes han recogido una experiencia inolvidable que seguramente marcará su futuro como personas y por qué no como artistas o espectadores calificados; y a su vez han trazado un nuevo destino para el Teatro Real, para que replique con otros actores sociales la inclusión a través del Teatro.