“La música clásica no debe ser elitista”

Los músicos cordobeses radicados en Nueva York, por tercer año consecutivo vienen con la fundación a realizar un festival internacional de música clásica. El equipo integrado por Yves Dharamraj (Cellista) y los hermanos Solange (Mezzo-Soprano) y Sami Merinian (violinista) están más que contentos con la recepción de los diferentes públicos que han compartido sus clases y conciertos.

Arrancaron la semana en el Paseo Buen Pastor y desde allí transmitieron en vivo vía streaming en la explanada del Tajamar en Alta Gracia, los jardines municipales de Villa Carlos Paz y el Espinosa Mall de Barrio Jardín.

A cada público lo suyo, parece ser la consigna que utilizan los artistas cada vez que tocan un concierto. En el salón que compartieron en la escuela “Saúl Taborda” del barrio Villa 9 de julio, se comunicaron con los chicos como si los conocieran desde siempre. Les explicaban que iban a tocar y los hacían participar en algunos tramos de su repertorio. “Me sentí bien”, dijo al finalizar el encuentro una niña de 6 grado. “A mí me hace acordar a una princesa”, acotó la compañera.

En la intervención que tuvieron el club Tala Rugby les hablaron de la importancia de la pasión y la constancia para poder desarrollarse con “éxito” en  la disciplina que eligieron. Dialogaron con el público, los hicieron elongar y les pidieron que los ayuden a «calentar». Compararon el entrenamiento del cuerpo en el deporte como en la música. A la tribuna se la pusieron en el bolsillo y el final tuvo varios bises.

Los integrantes de la Fundación de a poco van sumando músicos que quieren integrarse a compartir su música con gente que no tiene tanta llegada a éste tipo de música. Solange dice que la idea surgió como una manera de devolver a Córdoba todo el trabajo y apoyo que tuvieron en este lugar a través de conciertos, clases y talleres.

New Docta busca,  a través de la música, el desarrollo y expansión de las mentes y los espíritus con una mirada que no se limita a la Argentina por lo que trabajan para difundir el arte musical a nivel internacional luego de haberse formado en Córdoba bajo el ala del Maestro “Payo” Giraudo y otros grandes de la música clásica, Solange y Sami Merdinian continuaron su camino de capacitación en las más grandes escuelas del mundo. Hace más de 15 años se instalaron en Nueva York donde estudiaron en Juilliard School, la reconocida escuela de danza, drama y música.

Cada encuentro vienen con invitados, en esta oportunidad está como invitada Liza Chung en piano, de origen Coreano que actualmente vive en Chile, Pablo Ziegler, pianista una de las figuras más importantes del Nuevo Tango Argentino, quien formó parte del legendario quinteto del gran maestro Astor Piazzolla, durante más de una década.

El vínculo que establecemos con cada público es diferente, sostiene Sami «A los niños les decimos que la música es algo divertido y social a la vez. Que se pueden comunicar a través de ella con otros chicos de otras culturas y que no necesitan palabras para expresarse». En cambio, para los estudiantes el mensaje es otro, dice el violinista: «nosotros les decimos que nada llega de arriba, que hay que dedicar muchas horas, tener mente sana y cuerpo sano. Que hay que estar ciento por ciento comprometido con lo que uno elige. No sirve hacerlo a medias.» También recalcó el músico que «es importante elegir bien el maestro para que acompañe el crecimiento profesional»; aunque remarcó que hay algunos profesores que son mezquinos a la hora de compartir conocimientos.

La gira continúa mañana a las 20.30 en el teatro Real (San Jerónimo 66), allí ofrecerán el concierto «Homenaje a la Manzana Jesuítica», donde participará el destacado pianista Pablo Zieger acompañado por Liza Chung, y el contrabajista Mono Hurtado. Esta cita es la única con entrada general de $200 en venta en boletería.

Y por último, el sábado los músicos de la New Docta tendrán un encuentro con más de 150 niños de la Orquesta Mediterránea de Córdoba, actividad que culminará el domingo con un cierre en el Teatro Candilejas de Villa Carlos Paz.