La Iglesia de San Roque inicia su camino de recuperación

La iglesia del Hospital San Roque inicia una nueva etapa de recuperación del edificio. La Agencia Córdoba Cultura tiene a su cargo la recuperación. Para ello se han planteado etapas, manifestó Pablo Canedo, presidente de la Agencia Córdoba Cultura y agregó que cuentan con un presupuesto de 4 millones seiscientos mil pesos para solventar los trabajos de restauración.

Desde el área de Infraestructura del organismo provincial, detallan que el trabajo consiste en el saneamiento de las instalaciones obsoletas, causantes de hundimientos de pisos, fisuras en mamposterías y saturación de humedades en los mampuestos, se ejecutarán trabajos de impermeabilización que permitan controlar las humedades ascendentes y descendentes, reparación de cubiertas y tejados, revoques externos, restituciones o completamiento de pisos y veredas, como de todas las aberturas de madera y sus herrajes, entre otros.

La puesta en valor de la iglesia demandará en una primera etapa, alrededor de 6 meses, indicó Canedo y dijo que los trabajos que se realizarán son para evitar el deterioro mayor y ponerla de cara al futuro.

En el interior de la iglesia, serán selladas con mortero de retracción nula la grieta en la clave de la bóveda de la nave central. Otra de las acciones a llevar a cabo consiste en el reemplazo integral de las instalaciones eléctricas y de las señales débiles. Los locales anexos al templo también serán tratados.

El patrimonio sobre el cual se actúa y el destino del edificio, determinan que los trabajos deberán ser ejecutados con el más alto estándar de calidad, confían desde el área. La mano de obra deberá tener la máxima especialización en cada rubro, destacando que la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos (CNMMLH), aprobó por Nota N 301 del 21 de marzo de 2014, el proyecto de obra enviado oportunamente, en lo que se refiere al tratamiento muros exteriores, envolventes verticales, y techumbre para contener los problemas de humedad en la iglesia San Roque.

Respecto a los materiales a utilizarse serán determinados una vez ejecutados los cateos y mapeos estratigráficos, se respetarán las materialidades preexistentes, lo que no exime la posibilidad de utilización si fuese necesario, de materiales contemporáneos que aseguren un mejor comportamiento frente al paso del tiempo y a los agentes atmosféricos.

Cabe aclarar que las tareas en el interior del templo y sacristía, los restauros de pintura artística sobre mampuestos, altares y retablos, no podrán ejecutarse hasta tanto la CNMMLH no de su aprobación y los muros saturados de humedad, no bajen su tenor hídrico a niveles razonables para ejecutar dichas tareas, motivo por el cual estas acciones no han sido contempladas en esta primera etapa.

El origen del templo ubicado en el casco chico de la ciudad de Córdoba, está asociado a la figura de Diego Salguero de Cabrera, deán de la Catedral, quien donó parte de su heredad para erigir el templo en el año 1760. Es un sitio de alta significación cultural, por sus valores estéticos, históricos y espirituales. Pronto será objeto de un plan de rescate y puesta en valor que ejecutará el Gobierno de la Provincia de Córdoba, por intermedio de la Agencia Córdoba Cultura.

Las tareas de preservación dan un motivo para rescatar de las brumas del olvido al fundador del legado, que aún perdura en el casco chico como testigo de la época colonial.

La fortuna y la caridad – Diego Salguero de Cabrera es descendiente del fundador, Jerónimo Luis de Cabrera. Nace el 20 de julio de 1693, en Córdoba, y muere el 2 de diciembre de 1769 en Arequipa, Perú. Es un hombre de profundas convicciones espirituales, y a la vez un acaudalado propietario de grandes extensiones de tierras productivas, ubicadas en llanos de altura y en la planicie. Además, es dueño de tiendas dedicadas al comercio de “telas finas, como terciopelos, rúan de Francia, brocatos, sedas, hilos y ropa de lujo, que probablemente revendía en otras zonas más ricas, alimentos y especies de todo tipo, herramientas, armas y pólvora, hasta una gran diversidad de telas y tejidos bastos o rústicos y efectos de la tierra”, según el Inventario y Tasación de Bienes de Diego Salguero de Cabrera (1763), que se conserva en el Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba, al que tuvo acceso la historiadora Ana Inés Ferreira.

En 1763, la nueva iglesia que se alza en la ciudad va mostrando la sobriedad y belleza de sus formas. Entonces, Diego Salguero de Cabrera da una nueva muestra de beneficencia al desprenderse de las estancias de Olaén, Ayampitín y San Roque, además de cuantiosos bienes, y la propia iglesia San Roque, para la construcción de un hospital San Roque, que será el segundo hospital creado en la ciudad de Córdoba. La iglesia es consagrada en 1765 y el hospital será inaugurado en 1801.

Un tiempo de bonanza- “Cuando la ciudad penetró en el siglo XVIII, es indudable que poseía importancia dentro del territorio de la gobernación del Tucumán y ha logrado mantenerse en una atmósfera de tranquilidad que le favorece para su desarrollo”, apunta Efraín U. Bischoff. Una ciudad famosa en los dominios españoles en América por su Universidad, estancias productivas y templos.

En aquella aldea funcionaban “todas las instituciones civiles y religiosas establecidas por la clase dirigente: el Cabildo secular y el eclesiástico, la justicia real, la educación y la Universidad, los conventos y el Teniente Gobernador del Tucumán”, evoca Roberto Ferrero.

Por su lado, el arquitecto Rodolfo Gallardo cuenta que un notable constructor, Juan Manuel López, “Ingeniero Voluntario”, deja plasmado su nombre en obras civiles como una acequia que provee de agua a la ciudad, el proyecto del lago del paseo Sobremonte y el acueducto, el cementerio público, y el estudio de defensas del río para evitar inundaciones. “Entre las obras religiosas son de destacar, en 1795, el proyecto de la nueva iglesia de San Francisco y en 1798 la capilla de San Roque”, asegura Gallardo.

La iglesia y el hospital estuvieron a cargo de los padres Betlemitas, tal como Diego Salguero de Cabrera lo había expresado en su testamento. “Los betlemitas eran conocidos con el nombre de “barbones” porque llevaban barba. Su vestimenta era original y llamativa: usaban una capa y túnica de paño rojo obscuro o pardo con una cruz azul. Había entre ellos médicos, boticarios y enfermeros”, cuenta Rodolfo de Ferrari Rueda.

El nuevo campanario – “El impulso barroco apreciado en la cúpula de la Iglesia Catedral, y que luego apareció en conventos y estancias, había cedido a las manifestaciones más discretas y sobrias de rigurosos principios ordenadores”, explica Gallardo al referirse a la traza de la flamante iglesia que se alzaba en las afueras del caso chico, inmediata al río.

La bibliografía sobre este mojón de la historia de Córdoba resalta un hermoso púlpito, tallado en madera, con reminiscencias indígenas del altiplano peruano-boliviano, decorado con motivos de plantas -fitomorfos-. La sobriedad de la fachada contrasta con el muro lateral exterior, que da a calle San Jerónimo, con sus recios contrafuertes de piedra y ladrillo que “invitan a penetrar en esta pequeña nave”, sugiere Gallardo.

La Iglesia de San Roque es Monumento Histórico Nacional -decreto del 28 de octubre de 1941-. Frente a la iglesia está la plazoleta Ramón Gil Navarro, donde se honra la memoria del obispo Diego Salguero de Cabrera con un busto del escultor Raúl Vázquez Cuesta. La otra pieza escultórica del lugar es “Homenaje a la Mujer”, del escultor Carlos del Corro.