La fuente del Buen Pastor es llamada por los que trabajan en el museo como la «Fuente del Buen Destino», ya que “propone creer en los sueños y confiar en el poder de los deseos”, cuenta el director del espacio provincial, Marcos Díaz, y explica que «genera sueños y cumple deseos» porque el dinero que se recauda se destina en actividades solidarias.
La tradición indica que al acercarse a una fuente de agua, las personas deben pedir un deseo y arrojar una moneda.
Las monedas son blancas y amarillas y para limpiarlas se realiza el siguiente procedimiento: “Se lavan, se secan y luego se vuelve a lavarlas con agua y vinagre, las que están muy percudidas hay que trabajarlas con virulana y luego hay que secarlas nuevamente”, manifiesta el vicepresidente de Cáritas, Edgardo Herrero, quien señala que es muy importante secarlas bien porque sino pueden quedar blancas y no sirven.
La limpieza de la fuente se hace aproximadamente 2 o 3 veces al año y se calcula que se junta cada vez unos 3 mil pesos. La frecuencia con la que se vacía depende de la situación hídrica de la provincia. Este año ya se hicieron dos y se estima que se realizará una vez más antes que termine el año.
“El proceso de limpiar las monedas lleva semanas, lo realizan voluntarios y el trabajo es lento. Primero se lavan y luego se las clasifica”, cuenta el representante de Cáritas.