El teatro para niños sigue rondando por el interior

El festival se mueve, viaja de un pueblo a otro llevando color y una historia por contar. Y así comenzó ayer en Oncativo con la maravillosa obra “Double Tour” de Bélgica, siguió por Laguna Larga presentando “Una solución redonda” del grupo La Galera de Buenos Aires y terminó su primer día en Colonia Caroya.

“Una solución redonda” comenzó a tiempo. Así como la primera obra de este festival, la propuesta de La Galera ofreció una pieza en donde el guión y la secuencia no estaban dadas por el lenguaje verbal, sino por la música (tangos de Piazzolla) y por los gestos de los actores, que los niños festejaron con risas unánimes. Luego de la función se llevó a cabo otra de las actividades integradoras del festival: El “Mateando”. Esta actividad consiste en encuentros más íntimos, en donde los artistas dialogan con el público o intercambian experiencias entre ellos. Allí los niños se animaron a levantar la mano y a preguntar a los actores cuestiones relacionadas a la obra. Afuera, nuevamente, la murga le daba la bienvenida al Festival con un gesto de algarabía de la mano de la murga municipal para niños con capacidades diferentes “Vivir Mejor”. Los 500 chicos que estaban en la sala salieron en tropel a bailar y a jugar con la murga que inundó con los tambores y el color toda la siesta de Laguna Larga. El teatro llegaba al pueblo y todo era una fiesta.

Siguiendo la ruta

¿Adónde termina el día en un festival que viaja?  ¿Cómo termina un día en un festival de teatro? Finaliza en la Estancia Jesuítica de Colonia Caroya -Patrimonio Cultural de la Humanidad- con una bienvenida ruidosa de 16 jóvenes dándole vida a los tambores de la batucada a la entrada de esta estancia. Alrededor de ellos, unos 40 niños de la Escuela de Carnaval municipal pusieron baile y color, mientras la gente iba llegando para ver el cierre de de la jornada en el corredor norte. El patio principal de la Estancia, lugar fundacional del pueblo y en donde pasaron ilustres próceres de la Argentina, se convirtió en una sala de teatro al aire libre, en una noche amable que invitaba a disfrutar del lugar. La obra elegida para cerrar este día fue  la italiana «Ay, L´amore», del grupo Teatro Duemondi. La elección del lugar para presentarla no fue casualidad: como se sabe, Colonia Caroya fue fundada por inmigrantes de la Colonia italiana de Friuli, quienes se asentaron en la estancia antes de ocupar el pueblo. El musical protagonizado por la compañía era traducido por los mismos actores que combinaban los cantos con su traducción al español, de una manera ágil y teatralizada.

El patio de la estancia estaba repleto, con  alrededor de 300 jóvenes que en silencio disfrutaron durante una hora. “Siempre Colonia Caroya ha tenido una gran tradición cultural», remarcó Luis Grión el intendente de Caroya. «Ser sede de este festival nos honra, por eso estamos acompañándolos. En Colonia Caroya tenemos grandes grupos de teatro como es Fra Noi, que está hace 30 años. Esto nos alienta a seguir. Y ha sido bien tomado desde todos los aspectos: desde la gente que está en la cultura, hasta los chicos. Y sobre todo la importancia de recibirlo en esta Estancia que es el emblema de la ciudad y desde donde nace todo”.

El grupo italiano dedicó su última obra en Argentina a todos los que estaban allí y terminó inundando las viejas paredes de la estancia con la música de acordeón tocada por uno de los protagonistas. El público se paró de pie a aplaudir a esta joven compañía que se retiró de esa sala improvisada dejando en el lugar la estela que dejan las cosas cuando se hacen con alegría. Entonces ¿Cómo terminó el primer día de un festival de niños? Con aplausos, de pie y la ansiedad de otra jornada que sigue hoy por las rutas del interior de la provincia, en busca de más escenarios.