“Los chicos aquí adentro están felices”, resume Cristina Gómez Comini, directora del Seminario de Danza Clásica, una inagotable cantera de talentos con más de 50 años de trayectoria en el campo de la formación.
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A partir de los nueve años, niñas y niños que reúnen ciertas condiciones físicas pueden ingresar al elenco. El régimen es como el de un colegio, con clases de lunes a viernes; los chicos se quedan libres si faltan más de la cuenta y si no llegan a los objetivos planteados se quedan de año; pero a pesar de la exigencias, los asistentes no ocultan su entusiasmo, remarcó Gómez Comini.
Llegan al seminario de diversas maneras. “Muchos por el boca a boca, otros porque se entusiasman cuando ven las presentaciones de fin de año”, relató la directora y recuerda las funciones de los cuentos universales que se realizaron en años anteriores, “Alicia en el país de las maravillas” y “Peter Pan”.
La escuela tiene el mismo plan de estudios de seminarios como los del Teatro Colón y la Escuela de Milán. Los egresados salen preparados como bailarines profesionales. Los estudios duran ocho años pero en la mitad de la carrera, se produce un quiebre. Gómez Comini asegura que en cuarto o quinto año, los jovencitos se plantean si es su carrera o no el Ballet. Tan es así que ingresan alrededor de 15 a 20 niños y hay camadas que se reciben solo tres bailarines.
Cuando ingresan se les realiza un examen completo integral en el Hospital de Niños. Respecto del peso adecuado para la disciplina, Gómez Comini sostuvo que casi no se han registrado casos de anorexia, y en los casos de aumento o disminución se les realiza un acompañamiento apoyado por nutricionistas.
CHICOS. «Cada vez se acercan más niños y jóvenes «, aseguró la directora. Existen tres cursos, uno para nivel inicial, otro intermedio y el último es avanzado. Al principio toman clases con las niñas pero luego ingresan con los demás chicos. Es diferente la técnica que utilizan por eso el entrenamiento debe realizarse por separado; las bailarinas trabajan mucho la punta en cambio los hombres tienen más saltos y baterías.
LA CLASE. Se divide en dos partes. La primera, para precalentamiento, trabajan huesos, musculatura y articulaciones, eso lo hacen en la barra. Luego pasan al centro en donde se hacen los giros, el trabajo de mayor exigencia.
El Seminario de danza clásica de la provincia ya está instalado entre los cordobeses, aunque poco se sabe de las exigencias y del compromiso que le ponen maestros y alumnos. Una escuela a la que tienen acceso chicas y chicos de todos los sectores sociales en donde solo se les exige asistencia y dedicación diaria.
PARA AGENDAR. Clases didácticas 23, 24 y 25 de octubre a las 15.30 en el Teatro San Martín y 13 y 14 de diciembre presentarán la Obra: “Las cuatro estaciones de Vivaldi”.