El músico Matías Martino presenta su nuevo disco

El programa Disco es Cultura presenta el nuevo trabajo del pianista cordobés, Matías Martino, denominado «Detrás de la Ciudad». La cita es el próximo viernes 3 de julio a las 19, en la Sala Tejeda del Teatro del Libertador San Martín: Las entradas tienen un valor de 80 pesos y están a la venta en boletería del teatro.

El nuevo disco contiene músicas de las diferentes regiones de Argentina, interpretadas en piano solo. Comprende desde composiciones folclóricas propias -desprovistas de las formas reconocidas de las danzas argentinas- hasta versiones de obras tradicionales como “La  Marrupeña”, “Ojos Azules” o “Mi pachamama. A la sonoridad del piano solo se suma en algunos temas el aporte de invitados: el Chango Spasiuk en acordeón, Vitillo Ábalos en bombo legüero, María Fernández Cúllen en flauta traversa y Andrés Pilar, con quien interpreta dos obras en piano a cuatro manos.

 En primera persona │ Cita directa

Dice Cecilia Todd: «Son muchas cosas las que hacen a un artista. Talento, dedicación, buen gusto. Todo esto lo encontramos en el trabajo de Matías, más un gran sentido del humor, lo cual convierte en una fiesta el oir la música argentina que sale de sus manos y su corazón. Es alimento para el alma. Gracias Mati, por tanta hermosura»

Dice Diego Schissi: Matías Martino es un alma musical exquisita y un pianista sublime. Al observarlo, pueden desorientar su juventud y su sencillez… al escucharlo, se sabe que se está frente a un talento único, un ‘distinto’».

Dice Matías Martino: “Comencé tocando algunas pocas piezas de nuestro folclore cuando tenía nueve años de edad y -fundamentalmente de la mano de mi padre- recorrí desde ese momento distintos escenarios de la provincia de Córdoba. En este disco creo encontrar una manera personal de abordar los ritmos de la música argentina que justamente encontramos detrás de la ciudad, los ritmos de las diferentes regiones del mapa musical nacional. En mi pueblo natal la academia de danzas folclóricas estaba al lado mi casa y ya a los seis años iba dos veces por semana. Recién de grande comprendí que haber aprendido a bailar nuestras danzas -y haberlas practicado hasta casi los 20 años- me ayudó a que tuviera cierta solvencia y soltura a la hora de tocar folclore con el piano”.