“Cuentos al derecho» en el Teatro Cervantes

El elenco estable de títeres del Teatro Real junto al Teatro Nacional Cervantes presentan, en el marco del PLan Federal Co-participación, la obra «Cuentos al Derecho», con la dirección de Luis Rivera López, a cargo del Teatro Estable de Títeres y actores de la Comedia Cordobesa.

Este elenco oficial cierra su temporada 2015, el sábado 5 de diciembre a las 17, en la sala «Orestes Caviglia” del Cervantes de Buenos Aires, con entrada gratuita que debe ser retirada el mismo día de la función en boletería.

“Cuentos al derecho” es un intento de reeditar un teatro que se propone una neta difusión de tipo político-social, pero esta vez con una direccionalidad principalmente infantil. Los derechos del niño, aún siendo constantemente violados y trasgredidos, merecen por ser un avance fundamental en la cultura del siglo XX, una imprescindible defensa y publicidad. Y los encargados de eso, en este caso, son nada menos que los protagonistas de los cuentos de hadas tradicionales (casi todos niños) que, en la forma de títeres de las más diversas técnicas, llaman a la reflexión sobre un tema tan fundamental para los mismos chicos, como para los adultos.

Argumento – Una estrafalaria compañía de “contadores” de cuentos se presenta y comienza a realizar su tarea. Pero los cuentos se ven interrumpidos por la rebelión de los personajes-niños, que no aceptan situaciones que están claramente señaladas como derechos de los niños que deben ser cumplidos.

Caperucita roja reclama el derecho a jugar. No desea ser reprimida por quienes la asustan con el lobo impidiéndole disfrutar del camino hacia lo de su abuelita. Los adultos tienen el deber de protegerla en su disfrute infantil de uno de los derechos más importantes: el juego.

Cenicienta es despertada por la misma Caperucita (transformada en una militante de los derechos de la infancia) a la realidad de que no debe trabajar, ni esperar que su felicidad sea solamente encarnada por la posibilidad de un casamiento favorable con un hombre poderoso. Ella debe encontrar su propio camino.

De esta manera, con humor y la fuerza plástica que dan los títeres, se introduce el tema de los derechos del niño de una manera simple y accesible para los más chiquitos.

Los tres chanchitos piden derecho a una vivienda digna (que no pueda ser derribada de un soplido). Pulgarcito a no ser abandonado por sus padres. Y Blancanieves aborda el siempre complejo tema de la discriminación. La belleza, la fealdad, la aceptación y el rechazo son temas sumamente cercanos al mundo infantil, que Blancanieves resuelve sobre el final del espectáculo.

Una puesta actoral (los cuentacuentos son actores), con ayuda de una compleja suma de técnicas titiriteras diversas (títeres de mesa, de boca, de varillas, guantes y gigantes de manipulación directa tipo bunraku) llevan a un mensaje directo y potente que no debe dejar a la audiencia sin reflexión y debate.