Casi 33.000 frascos de dulces decomisados por un valor aproximado de 1.200.000 pesos, 2.200 cajas y varios traslados en camiones durante dos días de arduo trabajo. Estos son algunos de los números que se desprenden de un operativo de inspección realizado por la subsecretaría de Fiscalización y Control del ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos de la Provincia en la ciudad de Villa Carlos Paz.
Las actuaciones se llevaron a cabo durante los días martes 9 y miércoles 10 del corriente, en el establecimiento comercial Caseritos de la Villa, cuyos titulares son José Ramón Guadalupe y Miriam Alejandra Carranza. El comercio está ubicado en calle El Salvador 2146 de la localidad serrana. Los integrantes del equipo técnico verificaron la existencia de distintas clases de dulce: tomate, zapallo, arándanos, frambuesa, mandarina, manzana y durazno, entre otros.
También se constató un stock de frutas en almíbar y arrope de algarrobo, higo y tuna, estos últimos bajo un número de RNE (Registro Nacional de Establecimientos) falsificado que no pertenece al listado de empresas de Córdoba. Esta fue la primera de una serie de graves irregularidades que se detectaron en el local comercial de la firma. Las condiciones higiénico-sanitarias del establecimiento no cumplían con las mínimas medidas de salubridad, la elaboración de los alimentos se realizaba sin habilitación municipal, provincial ni nacional y se verificó la utilización de rotulación apócrifa en los productos.
Los inspectores también encontraron roedores, lo que implica la ausencia de control de plagas, la tenencia de productos con fecha de vencimiento caduca, excrementos de ratas, perros y gatos, al igual que moscas y avispas. Por todo esto, se procedió al decomiso de un total de 32.925 frascos de 500 gramos cada uno (unos 16.462 kilos), embalados en 2.200 cajas, para su posterior desnaturalización en el predio de enterramiento sanitario de la localidad de Bower. Se necesitaron dos días y varios viajes en camión para finalizar esta tarea.
En materia de rotulación, se incautaron dos cajas repletas de etiquetas y rótulos apócrifos, que eran utilizados para la comercialización de lo producido en el lugar. Finalmente, ante la falta de habilitación del establecimiento, se clausuraron los locales y los sitios de elaboración.
Reincidentes. Los titulares de la firma, son los mismos de la fábrica de escabeches Sierras de Córdoba, que el año pasado también había sido clausurada por carecer de habilitaciones sanitarias, generando riesgo de botulismo para los consumidores.